Aquí os dejo el programa de anoche de lunáticos para los que anoche no pudieran escucharnos a Eytha y a mi. Esta vez salió muy bien, se escuchó todo bien y gustó bastante el epilogo de lazos de sangre (Ashtrilla). Gracias a todos mis seguidores un saludo a todos!
https://enacast.com/radiosantvicenc/podcast/22388/
Yune Evans
sábado, 30 de noviembre de 2013
viernes, 29 de noviembre de 2013
Programa radio lunáticos
Este viernes vuelvo a leer en la radio y esta vez es algo que no está escrito en el blog. Son las primeras páginas del libro de Ashtrilla, el epilogo, espero que os guste y os haga ilusión. Os dejo de nuevo el link para escucharlo en directo.
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Yune Evans
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Yune Evans
sábado, 23 de noviembre de 2013
Programa radio.
Hola a todos! os dejo el link donde podréis escuchar el programa para aquellos que no pudieron oirlo en directo. El sonido no fue tan bueno como hubiesemos deseado pero intentaremos arreglarlo para la semana que viene. Un beso a todos y gracias por vuestro apoyo!!
https://enacast.com/radiosantvicenc/podcast/21687/
Yune Evans
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Yune Evans
jueves, 21 de noviembre de 2013
¡¡¡Salimos en la radio!!!
Mañana 22 de Noviembre Eytha y yo hablaremos por la radio en el programa lunáticos. Aquí dejo el enlace para quien quiera oirlo en directo. Se emitirá a partir de las 23:30.
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Yune Evans
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Yune Evans
viernes, 1 de noviembre de 2013
¿Ángeles de la muerte?
¿ÁNGELES DE LA MUERTE?
Sé que muchos de vosotros no me creeréis,
pero sucedió. Estuve a punto de perder la vida a causa de lo que ocurrió. Lo
contaré porque pienso que el resto del mundo debería saberlo.
No recuerdo bien lo que sucedió porque me
borraron la memoria, pero gracias a una amiga fui recordando cosas. Ella me dio
todos los datos necesarios para poder escribir este suceso.
Hace tres años, mi amiga Stella estaba en un
parque de su antiguo pueblo, sentada en un columpio cuando miró hacia el cielo
y vio algo ancho y alargado de color negro que pasó por encima de ella, luego
desapareció. Fue algo muy extraño, todo
ocurrió en cuestión de segundos…
El tiempo pasó y no volvió a ver nada
parecido. Sin embargo, el año pasado yo vi algo semejante.
Me encontraba en mi instituto, hora de
gimnasia. El día estaba nublado y hacía bastante aire, miré hacia el cielo y vi
algo volando desde el tejado del
gimnasio hasta el tejado del aula de música. Era alargado y negro.
Estaba
esperando ansiosa la hora del recreo para poder ir a contárselo a mi amiga,
cuando, para sorpresa mía, una vez finalizado mi relato ella recordó lo vivido
hacía tres años… fue entonces cuando me lo contó.
Nosotras somos algo frikys de los sucesos
paranormales, series de dibujos japoneses (anime) y empezamos a pensar que podría existir algo
extraño que muy pocas personas podrían haber visto. Estuvimos hablando de los
ángeles de la muerte, pues muchas series hablan de ellos.
Unos días después de aquel suceso conocí a un
chico en la biblioteca. Ahora os voy a mostrar todas las conversaciones que
tuve con él cada vez que me lo encontraba inesperadamente. Éstas me llamaban
tanto la atención que veía imprescindible que se las transcribiera a mi amiga
una vez terminaba de hablar con él, pues no quería perder detalle alguno.
1ª conversación:
-¿¡Manga!? - Me llamó el chico que vi en la biblioteca.
Me sorprendí porque Manga era un pequeño mote
que sólo me llamaba Stella de vez en cuando.
Yo me quedé mirándolo sin saber qué
contestar.
-Perdón, te llamé así porque en la biblioteca
pude fijarme que en algunos de tus libros ponía “manga” y un nombre de un manga
y anime.
-¡Ah! Si ahora lo recuerdo, si que te fijaste
bien, aunque claro, te sentaste a mi lado también es normal- contesté yo algo ruborizada.
-Yo estoy en la universidad, estudio
ingeniería de caminos. Tú vas al instituto todavía, ¿no?
-Sí, me quedan unos tres años para terminar.
-Por cierto, ¿cuál es tu nombre?- preguntó
él.
-Lucy.
-Yo soy Íñigo, encantado. –se presentó
dándome dos besos.
Él se despidió diciendo que tenía que
marcharse y añadiendo que miraría el anime que estaba apuntado en mi libro.
2ª Conversación.
Camino a una academia de clases particulares
cercana a mi casa:
-¡Hola! Ya he visto 22 capítulos del anime
que me dijiste.- dijo Íñigo contento. Hablamos un poco de la serie, más tarde
cada uno se fue por su camino.
3ª
Conversación.
Camino a la panadería:
-Hola de nuevo. – dijo él -. Vaya no han
sacado más capítulos de la serie, parece ser que no quieren hacer más.
-No sé, quizás esperen unos meses… Por cierto,
si quieres te doy mi móvil o Messenger y así hablamos.
-Verás te resultará extraño pero no tengo
nada de eso, vivo incomunicado. Además, no debo mezclar deber con placer, no me
conviene por ahora…- dijo él con la boca pequeña casi entre susurros.
Éste se despidió rápido y se fue.
4ª Conversación
Caminando por la calle:
-¡Hola Íñigo!
-¡Ah! ¡Hola no te había visto! ¿Qué tal
estás?
-Bien gracias, aunque... el otro día me dejaste atónita
con las últimas palabras que me dijiste. ¿Qué querías decir? ¿Quién eres?- pregunté
yo intrigada.
-Si me preguntas eso es porque ya lo sabes.
Tranquila, nadie os espía ni a ti ni a tu amiga Stella. Como ya sospechas
muchas cosas no podré verte más. Es posible que dentro de un año vuelva… y
entonces, quizás podremos conocernos mejor… Adiós Lucy.
-¿¡Averiguar el qué!?
-Quién soy.- respondió él serio mientras se
marchaba deprisa.
La última conversación fue en el jardín de mi
casa. Me contó que los ángeles de la muerte existían. Ellos nos protegían de
espíritus malignos que se habían transformado en espectros fuertes y
destructores. Éstos iban detrás de las personas que poseían mayor fuerza
espiritual. Me dijo que no me preocupara que ya estábamos a salvo.
Yo le pregunté si lo que vimos Stella y yo en
el cielo eran espectros, él comenzó a
reírse y dijo que no. Lo que vimos eran ángeles de la muerte en busca de los
espectros.
Yo me fijé que mis perros estaban metidos en
sus casetas asustados. Él me pidió perdón por las molestias causadas y
desapareció ante mis ojos.
Todas estas cartas se las iba pasando a mi
amiga conforme me encontraba con Íñigo.
Stella y una amiga más estaban al tanto de
todo, entre ellas hablaban y mi otra amiga pensaba
que me había vuelto loca o que mentía. Stella me conocía bien y ella también había
visto lo mismo que yo hacía tres años. Así que, pensó que si yo estaba loca,
ella probablemente también lo estuviera y ella no lo estaba porque un loco no
se plantea la posibilidad de estar loco, por lo tanto yo tampoco lo estaba.
Sólo quedaba una opción, que yo le estuviera mintiendo.
No era posible, en todo ese período de
tiempo habían pasado muchas cosas que le
hacían pensar que todo era real.
Stella:
Nunca he llegado a ver a Íñigo pero esas
conversaciones que escribía para que las leyera eran muy reales. Cuando Lucy me
lo cuenta en persona se muestra alterada y asustada. Pero en unos días Lucy
actuó como si todo aquello no hubiese sucedido nunca. Lucy me sonrió, le hablé
de Íñigo y me dijo que no sabía quién era… Yo me extrañé y se lo comenté a la
amiga que teníamos en común y me dijo que no le dijera nada a Lucy. Pero al
cabo de unos días, Lucy empezó a sospechar que le ocultábamos algo y yo al
final tuve que decirle algo de Íñigo. Lucy se enfadó porque yo le había
ocultado información, una de las cosas que más valoraba ella en una amistad, la
sinceridad y me pidió que le diera
las conversaciones que me pasó pero yo no quise, quería pensar en todo lo que
sucedía.
Es más, al día siguiente Lucy se dirigió
hacia mí, me miró y sonrió. Yo le dije que si quería las conversaciones y ella
me respondió que no. Entonces yo insistí en saber el por qué y de momento me
miró fijamente y su mirada no parecía la misma, estaba viendo a otra persona
diferente a ella. Ésta sonrió un poco maliciosamente como si supiera que me
había dado cuenta de que no era la misma Lucy que conocía y me dijo: “Ni se te
ocurra darle a Lucy las conversaciones ni recordarle nada más de Íñigo por su
propio bien y por el tuyo también”.
De repente aquella mirada desapareció, y Lucy
me miró de forma extraña.
-¿Qué te sucede?- preguntó ella extrañada por
mi gesto de miedo en la cara.
Yo le respondí que no ocurría nada y me alejé
de ella a paso ligero. Pensé en todo lo que estaba sucediendo, ¿era posible que
yo me estuviese volviendo loca?
Lucy volvió a ver cosas raras y no se había
olvidado de que yo tenía que contarle cosas así que me mandó una carta que
decía:
Stella, perdón si me he pasado un poco estos
días insistiéndote en el tema de Íñigo, pero hace poco soñé con una voz de hombre
que no mostraba su rostro y decía que mis amigas me traicionarían. No quiero
que tú seas una de ellas porque eres mi mejor amiga y de la noche a la mañana
ya no me cuentas cosas, me evades, hablas con las demás chicas y cuando
aparezco os calláis. ¡No me entero de nada! Así que, por favor, quedemos esta
tarde y me lo cuentas todo. No me falles o no volveré a hablarte en la vida.
Al final Stella me lo contó todo, y gracias a
ella he podido escribir este suceso.
Si de verdad existió Íñigo, debería regresar
dentro de un año… ¿volverá?, y si no vuelve… ¿quiere decir que todo es producto
de mi imaginación?, porque tampoco me aseguró que volvería. Eso no dependía de
él. Aún queda un año para averiguar la verdad.
Puede que esta historia no sea tan impactante
cuando se lee, pero puedo aseguraros
que mis amigas sobretodo Stella, lo pasaron fatal cuando perdí la memoria y
cuando ésta notó que me habían poseído para advertirle que no me dijeran nada.
Yo lo pasé fatal, todo el mundo ocultándome cosas, creyendo que hasta podría
estar loca y al final descubro que me habían borrado la memoria y hasta me
habían poseído… No pude dormir durante varios meses por el miedo que me causó todo lo sucedido. Así que, vigilar bien los cielos.
Mientras tanto yo esperaré a Íñigo…
FIN.
Yune Evans
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