sábado, 30 de noviembre de 2013

Aquí os dejo el programa de anoche de lunáticos para los que anoche no pudieran escucharnos a Eytha y a mi. Esta vez salió muy bien, se escuchó todo bien y gustó bastante el epilogo de lazos de sangre (Ashtrilla). Gracias a todos mis seguidores un saludo a todos!


https://enacast.com/radiosantvicenc/podcast/22388/







Yune Evans

viernes, 29 de noviembre de 2013

Programa radio lunáticos

Este viernes vuelvo a leer en la radio y esta vez es algo que no está escrito en el blog. Son las primeras páginas del libro de Ashtrilla, el epilogo, espero que os guste y os haga ilusión. Os dejo de nuevo el link para escucharlo en directo.

www.radiosvh.info









Yune Evans

sábado, 23 de noviembre de 2013

Programa radio.

Hola a todos! os dejo el link donde podréis escuchar el programa para aquellos que no pudieron oirlo en directo. El sonido no fue tan bueno como hubiesemos deseado pero intentaremos arreglarlo para la semana que viene. Un beso a todos y gracias por vuestro apoyo!!


https://enacast.com/radiosantvicenc/podcast/21687/





Yune Evans

jueves, 21 de noviembre de 2013

¡¡¡Salimos en la radio!!!

Mañana 22 de Noviembre Eytha y yo hablaremos por la radio en el programa lunáticos. Aquí dejo el enlace para quien quiera oirlo en directo. Se emitirá a partir de las 23:30.



 www.radiosvh.info









Yune Evans

viernes, 1 de noviembre de 2013

¿Ángeles de la muerte?

               ¿ÁNGELES DE LA MUERTE?

Sé que muchos de vosotros no me creeréis, pero sucedió. Estuve a punto de perder la vida a causa de lo que ocurrió. Lo contaré porque pienso que el resto del mundo debería saberlo.

No recuerdo bien lo que sucedió porque me borraron la memoria, pero gracias a una amiga fui recordando cosas. Ella me dio todos los datos necesarios para poder escribir este suceso.

Hace tres años, mi amiga Stella estaba en un parque de su antiguo pueblo, sentada en un columpio cuando miró hacia el cielo y vio algo ancho y alargado de color negro que pasó por encima de ella, luego desapareció. Fue algo muy extraño, todo ocurrió en cuestión de segundos…

El tiempo pasó y no volvió a ver nada parecido. Sin embargo, el año pasado yo vi algo semejante.
Me encontraba en mi instituto, hora de gimnasia. El día estaba nublado y hacía bastante aire, miré hacia el cielo y vi algo volando desde el tejado del  gimnasio hasta el tejado del aula de música. Era alargado y negro.

 Estaba esperando ansiosa la hora del recreo para poder ir a contárselo a mi amiga, cuando, para sorpresa mía, una vez finalizado mi relato ella recordó lo vivido hacía tres años… fue entonces cuando me lo contó.

Nosotras somos algo frikys de los sucesos paranormales, series de dibujos japoneses (anime)  y empezamos a pensar que podría existir algo extraño que muy pocas personas podrían haber visto. Estuvimos hablando de los ángeles de la muerte, pues muchas series hablan de ellos.
Unos días después de aquel suceso conocí a un chico en la biblioteca. Ahora os voy a mostrar todas las conversaciones que tuve con él cada vez que me lo encontraba inesperadamente. Éstas me llamaban tanto la atención que veía imprescindible que se las transcribiera a mi amiga una vez terminaba de hablar con él, pues no quería perder detalle alguno.

1ª conversación:

-¿¡Manga!? - Me llamó  el chico que vi en la biblioteca.
Me sorprendí porque Manga era un pequeño mote que sólo me llamaba Stella de vez en cuando.
Yo me quedé mirándolo sin saber qué contestar.
-Perdón, te llamé así porque en la biblioteca pude fijarme que en algunos de tus libros ponía “manga” y un nombre de un manga y anime.
-¡Ah! Si ahora lo recuerdo, si que te fijaste bien, aunque claro, te sentaste a mi lado también es normal- contesté yo algo ruborizada.
-Yo estoy en la universidad, estudio ingeniería de caminos. Tú vas al instituto todavía, ¿no?
-Sí, me quedan unos tres años para terminar.
-Por cierto, ¿cuál es tu nombre?- preguntó él.
-Lucy.
-Yo soy Íñigo, encantado. –se presentó dándome dos besos.
Él se despidió diciendo que tenía que marcharse y añadiendo que miraría el anime que estaba apuntado en mi libro.

2ª Conversación.

Camino a una academia de clases particulares cercana a mi casa:

-¡Hola! Ya he visto 22 capítulos del anime que me dijiste.- dijo Íñigo contento. Hablamos un poco de la serie, más tarde cada uno se fue por su camino.

 3ª Conversación.

Camino a la panadería:
-Hola de nuevo. – dijo él ­-. Vaya no han sacado más capítulos de la serie, parece ser que no quieren hacer más.
-No sé, quizás esperen unos meses… Por cierto, si quieres te doy mi móvil o Messenger y así hablamos.
-Verás te resultará extraño pero no tengo nada de eso, vivo incomunicado. Además, no debo mezclar deber con placer, no me conviene por ahora…- dijo él con la boca pequeña casi entre susurros.
Éste se despidió rápido y se fue.

4ª Conversación

Caminando por la calle:

-¡Hola Íñigo!
-¡Ah! ¡Hola no te había visto! ¿Qué tal estás?
-Bien  gracias, aunque... el otro día me dejaste atónita con las últimas palabras que me dijiste. ¿Qué querías decir? ¿Quién eres?- pregunté yo intrigada.
-Si me preguntas eso es porque ya lo sabes. Tranquila, nadie os espía ni a ti ni a tu amiga Stella. Como ya sospechas muchas cosas no podré verte más. Es posible que dentro de un año vuelva… y entonces, quizás podremos conocernos mejor… Adiós Lucy.
-¿¡Averiguar el qué!?
-Quién soy.- respondió él serio mientras se marchaba deprisa.

La última conversación fue en el jardín de mi casa. Me contó que los ángeles de la muerte existían. Ellos nos protegían de espíritus malignos que se habían transformado en espectros fuertes y destructores. Éstos iban detrás de las personas que poseían mayor fuerza espiritual. Me dijo que no me preocupara que ya estábamos a salvo.
Yo le pregunté si lo que vimos Stella y yo en el cielo eran espectros, él  comenzó a reírse y dijo que no. Lo que vimos eran ángeles de la muerte en busca de los espectros.
Yo me fijé que mis perros estaban metidos en sus casetas asustados. Él me pidió perdón por las molestias causadas y desapareció ante mis ojos.

Todas estas cartas se las iba pasando a mi amiga conforme me encontraba con Íñigo.
Stella y una amiga más estaban al tanto de todo,  entre ellas hablaban y mi otra amiga pensaba que me había vuelto loca o que mentía. Stella me conocía bien y ella también había visto lo mismo que yo hacía tres años. Así que, pensó que si yo estaba loca, ella probablemente también lo estuviera y ella no lo estaba porque un loco no se plantea la posibilidad de estar loco, por lo tanto yo tampoco lo estaba. Sólo quedaba una opción, que yo le estuviera mintiendo.
No era posible, en todo ese período de tiempo  habían pasado muchas cosas que le hacían pensar que todo era real.

Stella:

Nunca he llegado a ver a Íñigo pero esas conversaciones que escribía para que las leyera eran muy reales. Cuando Lucy me lo cuenta en persona se muestra alterada y asustada. Pero en unos días Lucy actuó como si todo aquello no hubiese sucedido nunca. Lucy me sonrió, le hablé de Íñigo y me dijo que no sabía quién era… Yo me extrañé y se lo comenté a la amiga que teníamos en común y me dijo que no le dijera nada a Lucy. Pero al cabo de unos días, Lucy empezó a sospechar que le ocultábamos algo y yo al final tuve que decirle algo de Íñigo. Lucy se enfadó porque yo le había ocultado información, una de las cosas que más valoraba ella en una amistad, la sinceridad y me pidió que le diera las conversaciones que me pasó pero yo no quise, quería pensar en todo lo que sucedía.
Es más, al día siguiente Lucy se dirigió hacia mí, me miró y sonrió. Yo le dije que si quería las conversaciones y ella me respondió que no. Entonces yo insistí en saber el por qué y de momento me miró fijamente y su mirada no parecía la misma, estaba viendo a otra persona diferente a ella. Ésta sonrió un poco maliciosamente como si supiera que me había dado cuenta de que no era la misma Lucy que conocía y me dijo: “Ni se te ocurra darle a Lucy las conversaciones ni recordarle nada más de Íñigo por su propio bien y por el tuyo también”.
De repente aquella mirada desapareció, y Lucy me miró de forma extraña.
-¿Qué te sucede?- preguntó ella extrañada por mi gesto de miedo en la cara.
Yo le respondí que no ocurría nada y me alejé de ella a paso ligero. Pensé en todo lo que estaba sucediendo, ¿era posible que yo me estuviese volviendo loca?
Lucy volvió a ver cosas raras y no se había olvidado de que yo tenía que contarle cosas así que me mandó una carta que decía:

Stella, perdón si me he pasado un poco estos días insistiéndote en el tema de Íñigo, pero hace poco soñé con una voz de hombre que no mostraba su rostro y decía que mis amigas me traicionarían. No quiero que tú seas una de ellas porque eres mi mejor amiga y de la noche a la mañana ya no me cuentas cosas, me evades, hablas con las demás chicas y cuando aparezco os calláis. ¡No me entero de nada! Así que, por favor, quedemos esta tarde y me lo cuentas todo. No me falles o no volveré a hablarte en la vida.


Al final Stella me lo contó todo, y gracias a ella he podido escribir este suceso.
Si de verdad existió Íñigo, debería regresar dentro de un año… ¿volverá?, y si no vuelve… ¿quiere decir que todo es producto de mi imaginación?, porque tampoco me aseguró que volvería. Eso no dependía de él. Aún queda un año para averiguar la verdad.

Puede que esta historia no sea tan impactante cuando se lee, pero puedo aseguraros que mis amigas sobretodo Stella, lo pasaron fatal cuando perdí la memoria y cuando ésta notó que me habían poseído para advertirle que no me dijeran nada. Yo lo pasé fatal, todo el mundo ocultándome cosas, creyendo que hasta podría estar loca y al final descubro que me habían borrado la memoria y hasta me habían poseído… No pude dormir durante varios meses por el miedo que me causó todo lo sucedido. Así que, vigilar bien los cielos.
Mientras tanto yo esperaré a Íñigo…


                                         

                                                                                                      FIN.

Yune Evans