EL ÚLTIMO UNICORNIO
Algunos
dicen que esta historia sucedió de verdad, otros que cambiaron sucesos y otros
dicen que nunca ocurrió… Pero creo que éstos últimos lo decían por no aceptar lo
que sucedió hace setenta años.
Bueno,
os narraré la historia que un anciano me
contó al visitar un pueblecito llamado Bosquealto. Pertenece a un pequeño reino
llamado Altraselva.
Bosquealto
es un pueblo pequeño con nada más que cien habitantes, las casas eran viejas,
pequeñas, chapadas a la antigua, de
piedra la mayoría, habiendo algunas de cemento y paredes forradas de papel en
vez de pintura. A las afueras del pueblo todo era campo y montaña con un bosque
bastante denso. En él habitaban muchos pájaros, ciervos, osos, conejos y algún
caballo salvaje. Hasta decían que quedaba un unicornio…
Contaban que los hombres que lo veían se
quedaban asombrados mirándolo, paralizados ante tanta belleza. Era blanco
brillante, resplandecía, hasta algunas personas se inclinaban haciendo una
pequeña reverencia.
Como sólo había un unicornio estaba prohibido cazarlo, y quien lo
intentara estaba condenado a pasar el resto de su vida en la cárcel. De todas
formas nadie quería cazarlo. Nadie excepto la princesa Gema. Ésta era muy
caprichosa, y anhelaba tener al único unicornio que quedaba en la faz de la
tierra, pero estaba prohibido, si hubiera más de uno, probablemente hubiesen
cambiado la ley para que ella pudiese tener uno y dejar a los demás en libertad
para que pudiesen reproducirse. Se rumoreaba que había alguien que cuidaba del
unicornio. Pero tan solo eran rumores, nadie tenía pruebas.
Un
día, una pareja paseaba por la montaña, cerca de donde empezaba el bosque. La
chica se llamaba Nora y el chico Marck, ambos tenían quince años. Marck se despistó
un momento y Nora se alejó. Cuando buscó con la mirada a su novia, la vio
acariciando a un unicornio.
-Pero cómo…
-Shh. –Le cortó ella la frase para que el
unicornio no se asustara y saliera huyendo.
Marck
se agachó para acariciarlo y el unicornio vio que el chico llevaba un colgante
en el cuello con un dibujo muy raro. Él no sabía ni lo que significaba aquello,
pero el unicornio parecía que sí. Éste empezó a hacer gestos y salió corriendo
hacia el interior del bosque, a medio camino se paró, emitió un sonido y con la
cabeza parecía que indicaba que lo siguieran y éstos sorprendidos lo hicieron.
Cuando
el unicornio por fin paró pudieron apreciar que se hallaban en un claro del
bosque y junto a él había un anciano y un unicornio más. El anciano les explicó
por qué el unicornio bajaba al pueblo de vez en cuando. Andaba buscando la última pieza de un puzle y Marck la tenía en su colgante.
-Existen dos puzles. -Comenzó a decir el
anciano.- Un puzle sirve para poder entender el lenguaje de los unicornios y el
otro abre un portal hacia un manzano mágico. La pieza de puzle que llevas en tu
colgante es la que me falta para poder entenderlos.
Y me falta una pieza para completar el otro puzle. Veréis, el unicornio que veis tumbado es hembra, y
está enferma. Necesita una manzana mágica para poder curarse.
El
anciano mientras hablaba colocaba la pieza de puzle de Marck en el último hueco
y ésta encajó a la perfección. Les contó que la pieza que faltaba para el otro
puzle la tenía la princesa Gema pero el anciano no quería pedírsela porque
entonces ella los encerraría y los dos morirían de tristeza. Así que, su plan
era robarla con ayuda de alguien honesto.
-Nosotros podemos ayudarles ¿verdad Marck?-
Preguntó Nora emocionada.
-Sí, pero ahora tenemos que marcharnos, ha
oscurecido y tenemos que volver a casa.
-Yo os acompañaré hasta el pueblo.
-¡Puedes hablar!- Dijo Nora alzando la voz.
-No, sois vosotros los que me podéis
entender. Recordad que ya habéis completado un puzle. –Contestó el unicornio.
Viento, el unicornio macho, guió a la pareja
hasta el pueblo y luego se marchó. Pero cuándo Nora y Marck se estaban
despidiendo del unicornio un guardia del castillo les vio y éste informó al
rey.
-Sigue a esa pareja y averigua más cosas
sobre ellos, Por ahora que no se entere mi hija. Si esos dos lo están cuidando
o quieren cogerlo se les encarcelará. –Dijo el rey, serio.
Día
tras día la pareja quedaba en el bosque con el anciano para idear un plan para
conseguir la pieza. Viento y su compañera, Esmeralda, les contaba muchas cosas. No sabían que el
guardia del rey los espiaba y cuántas más veces quedaban más se enfurecía el
rey.
Un
día, el anciano vio una sombra que seguía a la pareja, y decidió ir, acompañado
de Viento, detrás a ver qué era. Acabó en el castillo, y oyó al rey ordenar a
unos guardias que los arrestasen a todos al día siguiente. Decidió entrar al
castillo antes de que fuese demasiado tarde.
-Viento, vuelve al bosque, Esmeralda está sola
y te necesita. No te preocupes por mí.-Dijo el anciano al unicornio.
En
ese momento apareció Esmeralda con un saquito lleno de polvos de invisibilidad.
El anciano se puso nervioso al ver allí a los
dos unicornios y les dijo que volviesen rápido al bosque.
-¡Alto
ahí! Queda arrestado, coged también a los unicornios.- Dijo el rey. Gema estaba
a su lado sonriendo.
Los
metieron atados en celdas. Más tarde dos guardias traían arrestados a Nora y a
Marck.
-No tendríais que haber venido vosotros y menos
solos.-Dijo Marck.
-Un momento, nosotros con los cuernos podemos
desataros y así poder intentar abrir ésta celda.- Dijo Viento.
El unicornio les desató y Nora con una
horquilla del pelo pudo abrir la celda.
-Usaremos los polvos de la invisibilidad pero
el efecto dura solo quince minutos, hay que coger la pieza rápidamente e irnos
de aquí corriendo.- Pero la princesa tenía muy bien escondidas sus joyas y cuando
por fin encontraron la pieza y se dispusieron a salir del castillo, los efectos
se pasaron. Los guardias los vieron y no tardaron en apresarlos de nuevo. El rey y la princesa fueron hasta las puertas
del castillo con aire triunfante.
-¡Ya basta!-Dijo Nora. -Necesitamos el
colgante que tiene la princesa para salvar al unicornio que está enfermo, sino
morirá pronto.
-Me quedaré con los unicornios y criarán más
para mí. Vosotros estáis condenados a muerte por traición.- Dijo la princesa.
Viento
corrió dispuesto a clavarle el cuerno a un guardia para que soltaran a sus
amigos, pero en ese momento otro guardia agarró a Esmeralda y amenazó con
matarle si no se quedaba quieto.
Viento
no podía correr ese riesgo. El anciano cerró los ojos, puso una mano encima de
la otra y murmuró unas palabras. De sus manos salió una bola blanca que lanzó contra
los guardias, haciendo que soltaran a sus amigos de la sorpresa y acabando con
ellos. Pero el rey y la princesa seguían vivos. El anciano había gastado
demasiada energía con el hechizo y cayó
al suelo.
-Salvad a los unicornios y curad a Esmeralda,
por favor.- Dijo antes de morir.
Marck
le plantó cara al rey y en ese momento Viento, con lágrimas en los ojos, fue
hacia la princesa. Ella, asustada, lanzó la pieza del puzle al aire. Viento
saltó y la cogió con su cuerno. Aplicó la pieza al puzle y el manzano apareció.
Todos se quedaron atónitos observando el manzano. Esmeralda comió varias
manzanas y pronto su cuerpo fue expulsando la enfermedad. Entonces llegaron más
guardias, y el rey les ordenó que cogieran a los dos unicornios.
El anciano había enseñado a Marck y Nora
algunos hechizos mientras estaban en el bosque. El único que les serviría era
más potente que el que él había usado.
-Marck, vamos a hacerlo, salvaremos a éstos
unicornios aunque para ello tengamos que sacrificar nuestras vidas.
-Estoy de acuerdo contigo, te quiero Nora. Nos
veremos en el otro mundo, estoy seguro de ello.- Contestó él.
Los
dos lanzaron a la vez una llama amarilla contra el rey, su hija y los guardias
que quedaban. Después de eso los cuerpos de Nora y Marck cayeron al suelo.
Así
terminó todo para ellos, pero al parecer la promesa que se hicieron los jóvenes
amantes de verse en el otro mundo se hizo realidad. Dicen que en el bosque de vez en cuando se escuchaban risas y voces.
Muchos juran que esas voces provienen de Nora y Marck. Los héroes que salvaron
a los unicornios, que dieron sus propias vidas por ellos y por hacer que la
muerte del anciano no fuera en vano.
Los
unicornios vivieron cientos de años y podían ver los espíritus de sus amigos y
comunicarse con ellos. Hoy en día no se sabe nada de ellos, pero siempre
quedará esta bonita historia de la liberación y salvación de los unicornios. Todos
aprendieron la lección de no internarse en el bosque en busca de los unicornios
después de lo que sucedió.
Todos recordarán a los héroes de esta
historia y a los unicornios.
FIN
Yune Evans
FIN
Yune Evans
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarLola
Qué bonito!! Me ha emocionado mucho!!
ResponderEliminarGracias tod@s! ^^
ResponderEliminarBueno, bueno, la verdad es que es una buena historia para una leynda de pueblo, se nota que la escribiste hace mucho, seguro que lo podrías hacer ahora mucho mejor, porque la verdad es que va bastante rápido y hay cosas que no se explican del todo con detalle.
ResponderEliminarSaludetes.
Si esque es asi rapida infantil no tiene mucho más pro con esta historia tampoco quiero hacer mucho mas es una simple historia cortita pero se sobreentiende varias cosas por eso no es extensa jaja
EliminarClaro, hay muchos trozos por enmedio sin contar, que si los cuentas le darían mas cuerpo, yo creo que puede ser parte de la historia de un reino :)
Eliminarjaajaja kieres k haga una historia grande y larga de esta historieta infantil peke? jaja
EliminarDigo que si tuvieras un mundo lleno de ciudades y reinos, sería una candidata de historia a meter dentro.
Eliminartambién, pero tengo historias mejores de otros reinos como Ashtrilla o el heptagono lunar o salvmal esas si que te gustarán pero las que cuelgo son pequeñas historietas cortitas. Pero gracias pensaré en lo que me has dicho un saludo!
EliminarUn mundo de fantasía, eso es lo que le gusta a muchas personas.
ResponderEliminarSi, bueno mis historias siempre llevan fantasía y ciencia ficción, de todas formas la idea está muy bien.
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