sábado, 19 de octubre de 2013

Pequeña historieta infantil de fantasía que escribí hace 6 años. Reika.

                            Reika

No escribiré mi verdadero nombre, tan sólo el que Reika me asignó. Os voy a contar lo que nos sucedió a mi mejor amiga y a mí. Esta aventura es digna de contar, podéis creerme o no, pero Reika seguirá siempre presente de manera oculta.
Era el día en que un amigo cumplía años y mi mejor amiga y yo nos paseamos por todas las tiendas que conocíamos del pueblo en las que podría haber regalos adecuados para él. No encontrábamos nada que nos convenciera y caminando vimos entre dos edificios una tienda que nunca habíamos visto antes, debía ser nueva, supuse. Entramos y tan sólo había un muchacho de quince años de edad, o al menos eso aparentaba, y un gato blanco regordete bastante grande. El chico era bajito, con el pelo blanco y los ojos de un color verde mar.
-Hola.-Dijo el chico. – Soy el dueño de la tienda, si necesitáis ayuda decidlo. Hasta las diez no cierro.¿Buscáis algo en particular?
-No. – Contesté. – Solo mirábamos algo para un amigo que es su cumpleaños.
-¿Cuántos cumple?
-Quince.- Respondí.
-Pues mirad por allí.- Dijo señalando una estantería que estaba en otra sección.
Al ir hacia ésa zona un círculo rojo se marcó en el suelo.
-¡Yo no he tocado nada! -Dijo mi amiga.
-¡Pues yo tampoco!- Respondía yo alterada.
-Por favor,-dijo el chico.- venid conmigo. Atsuki, vigila la tienda.- Dijo dirigiéndose al gato que de repente tomó forma humana. ¡No me lo podía creer!
-¿Adónde vamos?- Preguntó mi amiga.
-Para vosotras será el paraíso, os gustan los dibujos japoneses o anime, como prefiráis llamarlos ¿no?
-Pues sí. ¿Cómo sabes eso? – Preguntó ella con un hilo de voz.
-REIKA me lo dijo.- Respondió él con una media sonrisa.
-¿Quién es Reika? – Pregunté yo.
-Ah, es la que se encargó de marcar el círculo rojo cuando vosotras cruzasteis hacia la zona que os mandé. Ella decide quién puede entrar al lugar dónde os llevo ahora mismo.
Entramos a un cuarto que estaba a oscuras, sólo se apreciaba una flor blanca brillante. El chico pronunció unas palabras en un idioma desconocido y apareció un círculo blanco. Él avanzó y nos dijo que le siguiéramos. Como no había otra salida, no tuvimos más remedio que entrar.

-Mi cuerpo, no me pesa, es plano,¡soy un dibujo!-Grité yo asustada.
Una chica alta, con bastante pecho y delgada, de pelo dorado, preguntó si nos ponía un sello. Él contestó que sí e inmediatamente nos marcó bruscamente con un sello rojo en forma de círculo en la frente. La señal del sello permaneció unos segundos y luego desapareció.
El chico nos presentó a algunas personas, mejor dicho dibujos porque todos allí eran dibujos, como nosotras ahora, y de repente sonó un timbre, el chico se dio la vuelta, nos miró y dijo que el tiempo se había acabado y en ese instante… desperté. ¡Era sólo un sueño! Me levanté deprisa de la cama, toqué mi cuerpo y tenía volumen, no era plano, me miré al espejo y me toqué la frente dónde había sido sellada en aquel sueño, no había nada.
Llegué al instituto con ganas de contárselo a mi mejor amiga. Yo esperaba que se echara a reír pero ella me miró asombrada y me dijo que había soñado exactamente lo mismo que yo. Al salir del instituto fuimos a la calle dónde se suponía que debía encontrarse aquella tienda, pero al llegar al supuesto sitio, la tienda no estaba.
-Espera – Dije yo. –Quizás si me toco la frente aparece la tienda o algo, pues nos pusieron un sello en ella.- Las dos lo intentamos pero no sucedió nada, sería un sueño y nada más.
Desilusionada volví a mi casa a cenar y más tarde a dormir. De repente estaba allí junto a mi amiga, en el cuarto oscuro. El agujero blanco ya estaba abierto, así que entramos decididas brillándonos en ése mismo momento el sello rojo de la frente.
-¡Hola chicas! Por fin llegáis, os estaba esperando. Os tengo que contar para qué y por qué estáis aquí. Bueno, al grano. –Dijo él con prisas. Estáis aquí porque os debatís entre la vida y la muerte, y aquí os vamos a dar una oportunidad. Reika decidió dárosla, así que si conseguís salvaros agradecedselo todo a ella, pues tampoco les gusta las personas desagradecidas.- Dijo él en un tono más bajo.
-Bien, para salvaros os vamos a asignar un cometido. Si lo hacéis muy bien pero no lo termináis, moriréis como humanas pero viviréis aquí como dibujos animados o animes, insisto, como le llaméis vosotras. Si lo hacéis todo mal, moriréis tal y como vuestro destino lo marcaba, cómo humanas, y si triunfáis podréis volver a vuestra vida de humanas y no moriréis todavía, siendo tan jóvenes. Ahora coged un papelito de ésta bolsa.-Dijo él, extendiendo su mano hacia nosotras en la que colgaba una bolsa de plástico. Dentro había papelitos doblados.
Metimos la mano con temor y lentamente sacamos uno e inmediatamente el chico nos lo quitó de las manos y leyó:
-A ver… vale, os explico, ésta aventura es para cuatro personas, iréis con dos chicos nuevos, como vosotras. Coged otro papelito cada una, en ellos os vendrán los nombres que aquí recibiréis e inmediatamente olvidaréis los vuestros propios de vuestra otra vida.
Yo me llamé Yuri y mi amiga Eiko. Los chicos que nos acompañarían en nuestra misión se llamaban Gey y Ray. Gey era algo bajito, moreno con ojos grandes y verdes, mientras que Ray era más alto y rubio con ojos marrones.
Vuestro deber es ir al pueblo vecino, atrapad al ladrón de almas y descubrid por qué actúa así, en caso de que hubiese una razón de peso, o si sólo es por placer.
-¿Y para eso cuatro personas? – Dijo Ray dándose aires de superioridad, insinuando que solito podía.
-Sí, es peligroso porque si os roba vuestra alma moriréis, además, en éste caso no influye mucho la fuerza física, pero sí el compañerismo e intelecto, pues muchos han fallado por faltarles eso.- Dijo el chico.
-Oiga, perdón- Dije yo.- ¿Cuántas personas han intentado hacer esta misión?
-Tan solo… unas quince, algunas viven aquí como dibujos.
-¿Cuántos exactamente?- Preguntó Eiko.
-Eh… déjame pensar ummm tres.
-Bueno, aquí tendremos poderes como en algunos dibujos ¿no? –Pregunté yo medio riendo, deseando que así fuera.
-¿Eh? ¡jajajajajajaaa! No. Antes de iros pasad por la caseta Nº 4 y os darán katanas y escudos. Y pasad también por la caseta Nº 2, allí os darán comida, agua y una tienda de campaña.
Un hombre con pinta de guardia hizo un círculo dorado y nos empujó a todos hacia dentro. Fuimos a las casetas que nos dijeron y nos dieron todo lo necesario, aunque sólo nos dieron una tienda de campaña,pero al menos era grande.
Por fin llegamos al pueblo vecino, pero al ser extraños en un pueblo tan pequeño dónde todo el mundo se conocía, la policía nos hizo entrar en el cuartel. Una vez allí les explicamos nuestra misión y el jefe que era un hombre rechoncho, moreno, con bigote y ojos marrones me puso una piedra azul en el dorso de mi mano derecha.
-Ésta piedra dejará inconscientes a los zombies. Dijo él.
Al ponérmela mi mano absorbió la piedra.
-No te preocupes, presionando aquí vuelve a salir. Dijo mirándome con gesto divertido al ver mi cara de preocupación.
-Gracias. –Dije yo aliviada.
-¡Adiós, tened mucho cuidado! ¡Llevad vuestras almas bien atadas! - Se despidió el policía desde lejos sacudiendo el brazo.
-¿ Y cómo se hace eso? – Preguntó Gey.
¡ Es un decir! Jeje.- Contestó él gritando a lo lejos.

Los cuatro nos fuimos a montar la tienda de campaña. Eiko y Gey estaban acostumbrados a montarla y no les costó nada. Nosotras dormimos en un lado tapadas y ellos en el otro lado de espaldas el uno al otro.
Al cabo de tres días el ladrón de almas apareció en la “Plaza del Sol secante”. Era un espectro enorme. Le estaba robando el alma a un hombre, y vimos cómo su cuerpo caía inerte sobre la tierra. Se suponía que teníamos que ir a por él, pero nuestro instinto nos hizo correr.
-Esto no puede seguir así. – Dijo Eiko. – Tenemos que idear un plan. Parece que el espectro sigue un patrón. Todos los jueves aparece a las ocho de la noche en la Plaza del Sol secante, así que, el próximo jueves nos adelantaremos a él y estaremos allí a las siete menos cuarto. Le prepararemos una trampa y quedará atrapado.
Así pues, fuimos ése día a la hora acordada. Preparamos una red en la copa de un árbol con una cuerda que tocara el suelo. Gey sería el cebo porque era el que más corría de todos. Se pondría detrás de la cuerda provocando al espectro para que éste fuera a por él y acabara atrapado antes de alcanzarlo. 

A las ocho se empezaron a escuchar gritos y a lo lejos vimos una sombra enorme que se acercaba, era él. El plan no salió bien, puesto que delante del espectro corría un hombre, que se tropezó con la cuerda y la red le atrapó.
Gey, Ray y Eiko querían atacarles con las katanas. Yo quería hablar con el espectro pero no me escucharon. Ray apartó a Eiko y se lanzó sobre el espectro, clavandole la katana pero…  su katana no se quedó clavada, lo atravesó como si de aire se tratara y el espectro abrió la boca y absorvió el alma de Ray. Eiko y Gey enseguida cogieron el cuerpo de Ray y echaron a correr, pero yo me quedé inmóvil, impactada por lo que acababa de ver, y con rabia e incomprensión me atreví a hablarle:
-¿Por qué robas las almas?¿Acaso disfrutas destrozando vidas y familias?
-Por supuesto que no disfruto.- Contestó él. – Las robo porque alguien me robó mi alma mientras dormía y mi odio fue tan grande que mi mente despertó, convirtiéndome en un espectro. Ahora robo almas para saber quién me robó la mía y recuperarla, pues no pienso parar hasta dar con mi alma y aniquilar a ése desgraciado.
Mis amigos volvieron a por mí al ver que yo no fui con ellos.
-¡ Yuri, muchos zombies vienen hacia aquí!- Dijo Eiko gritando.
¡¿Eres tú quien los controla verdad?!- Gritó Gey acercándose más al espectro.
-Te equivocas, yo no tengo nada que ver con eso.- Contestó él malhumorado.
-Por favor, -Dije yo.- Devuelve a mi amigo Ray su alma y te prometo que te ayudaré a encontrar la tuya.
-Está bien, ya que has sido la primera persona que ha dialogado conmigo, pero si me fallas tomaré tu alma.

El espectro le devolvió el alma a Ray y éste al despertar nos dijo alterado:
- Lo he visto, casi me  controla, menos mal que habéis devuelto el alma a mi cuerpo a tiempo. Sé toda la verdad, el hombre que controla a esas personas que ahora son zombies, es quién te robó el alma.- Dijo él señalando al espectro.- Lo hizo con el propósito de enfurecerte y que fueras quitando almas, pues él es bajito y esmirriado no podía hacerlo él solo , por eso te la robó, precisamente a ti que eres grande y fuerte. Pretende controlar a todos los cuerpos sin almas, convirtiéndolos en zombies y manejándolos a su antojo.
-¡Ya vienen los zombies! - dijo Gey.
-El espectro, Ray y yo iremos a por el ladrón- Dijo Eiko- tú, Yuri, quédate con Gey, impidiendo que los zombies nos sigan.- Ya que tenía la piedra azul de poder.

Gey y yo los dejamos fuera de combate, él peleaba y me guardaba las espaldas y yo con la piedra azul los dejaba inconscientes.
Fuimos al lugar donde se hallaban los demás. Ray mató al ladrón con la katana y todas las personas,(incluyendo al espectro) recuperaron sus almas.
Todos estábamos contentos y nos abrazamos, lo habíamos conseguido cuando de pronto… ¡desperté!

Eiko y yo despertamos en las camas de un hospital. El médico dijo que habíamos salido del coma, pues habíamos dormido por tres días y medio. Nuestras familias nos abrazaron llorando de la alegría al haber despertado.

En la habitación de enfrente vimos a Gey y Ray, ambas les reconocimos, y al parecer ellos a nosotras también. No había sido un sueño, era real. Desde entonces quedamos con ellos de vez en cuando y recordamos ésta macabra e inolvidable aventura.

Ahora por las noches me da un poco de miedo dormir, por si vuelvo otra vez. Pero en lo más profundo de mi corazón o alma, quisiera volver.


Ahora la vida la apreciamos más. Gracias Reika, gracias .

Yune Evans

12 comentarios:

  1. Perdonar si hay algún fallo, pero no controlo bien el formato del blog y no se le ha podido dar mucha forma. También comento que la escribí con dieciséis o diecisiete años y la he subido tal cual la escribí, desde entonces he aprendido a desarrollar y describir mejor las escenas. Gracias por vuestra comprensión y visita. Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Después de leerlo no lo veo tan infantil, no está mal la historia está curiosa y entretenida.

    ResponderEliminar
  3. Me gusta.
    Por una parte, me recuerda a una historia que hice yo. Si eso ya te la pasaré. Pero es muy diferente a la mia. XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si por lo que veo ambas tenemos ideas parecidas a la hora de escribir, tengo varios tipos de historias ésta es algo infantil por ejemplo pero tengo otros tipos, digamos que tengo 3 tipos diferentes de hacer historias, tres estilos diferentes ^^

      Eliminar
  4. WO!, La verdad es que al principio me ha parecido que tenia un parecido con Gantz, una segunda oportunidad tras la muerte, después se va un poco de lado, pero sigue manteniendo esa misma "alma".

    Muy chula la verdad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si bueno, éstos no llegan a morir realmente, se quedan en un estado de coma y depende de cómo hagan la misión o mueren o viven ( aunque hay dos maneras de vivir) Pues ésta historia la escribí justo un año antes de verme ganz me parece a mi si mal no recuerdo jaja, tieen gracia ( ganz me robó la ideaaa) jajajaja es broma, bueno me alegra que te gustara un saludo y gracias por tu comentario!!

      Eliminar
  5. Afortunadamente termina bien, y tiene moraleja que nadie ha comentado antes.
    El dialogo es importante en cualquier situación.
    Lola

    ResponderEliminar
  6. Si, por esa razón evité poner muertes, guerra, sangre etc. Es un poco infantil con su moraleja. Compañerismo, humildad, amistad y dialogar antes de actuar o juzgar.

    ResponderEliminar
  7. Muy bonita!!Un gran cuento con una moraleja escondida pero no por ello menos importante. Me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  8. Me gusta mucho.
    La historia nos dice que hay que valorar nuestra vida, luchando hasta el final por nuestro objetivo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, me alegro que veas ese mensaje también^^

      Eliminar