domingo, 22 de noviembre de 2015

[Academia Willow Lake] Cap. 11

El jueves por la noche, todos seguían estando con los ánimos por los suelos, las chicas seguían sin hablarse, y que Mayra se sentase entre Suga y Jungkook, lo complicaba aún más. Kim Tae estaba enfadado con su hermano, porque V solía hablar más con Julia y parecía que a ella le gustaba. Jimin, seguía enfadado con Julia y consigo mismo por lo que sucedió con Roxane. Así que, a la hora de cenar, Julia se sentó al lado de V, y enfrente de ellos, Kim Tae, y al lado de él, Jimin. Ambos observaban a Julia y V, y ellos no se daban cuenta que los miraban.
Jin trajo una bandeja de carne para repartirla entre todos. Fueron comiendo y Jimin, V y Kim Tae se quedaron con más hambre que el resto, ya sólo quedaba un trozo de carne en la bandeja, así que, los tres fueron a por el último trozo.  V fue más rápido y consiguió cogerlo antes que ellos. Julia al ver la situación le hizo gracia y se rió.
-       Ya te vale, ¿no tienes bastante? Siempre me lo tienes que quitar todo - se quejó Kim Tae a su hermano.
-       Sí, siempre igual… - dijo Jimin metiendo baza.
-       ¿De qué hablas? Déjame en paz - contestó V.
-       Sabes perfectamente de lo que te hablo - contestó Kim Tae cabreado.
Kim Tae siguió con la discusión. Todos se quedaron mirando cómo se levantaba de su asiento y se acercaba a su hermano. V intentaba pasar, pero llegó un momento que ya no pudo aguantar más y se levantó. Kim Tae se descontroló y agarró a su hermano del cuello de la camisa dispuesto a pelearse.
-       ¿Qué hacéis? Parad, no os peleéis - se preocupó Julia.
Jimin siguió metiendo baza cabreando más a Kim Tae, hasta que éste le pegó un puñetazo a V. Pero V no se quedó quieto y le devolvió el golpe.
-       Ya está bien, chicos - dijo Suga levantándose y se acercó a los hermanos, que no miraban a su alrededor, y terminaron golpeando a Suga que se apartó de ellos.
Los demás también se levantaron e intentaron separarlos, pero no lograron gran cosa. Los gemelos estaban bien agarrados y era imposible conseguir que se soltasen. Roxane se hartó del panorama y les cogió del pelo a los dos para que parasen, pero ni por esas. Jungkook agarró a los gemelos y Mayra, que estaba detrás de él, tropezó e instintivamente se sujetó a Jungkook, transmitiendo sus sentimientos a todos, que se pusieron tristes inmediatamente y empezaron a llorar. Jimin se dio cuenta que, de estar cabreado, acababa de cambiar su emoción a estar triste y llorando, y comprendió inmediatamente que Mayra tenía los mismos poderes que él.
Todos se tranquilizaron y los gemelos dejaron de pelearse. Kim Tae se fue del comedor, y lo mismo hizo Jimin. En cambio, V se quedó con Julia. Roxane al ver a Kim Tae irse le siguió preocupada.
-       ¿Te duele? - le preguntó Julia a V - ¿Qué es lo que ha pasado? Es que no entiendo nada, ¿qué les pasa a tu hermano y a Jimin contigo? ¿Tú entiendes algo de lo que pasa?
-       La verdad es que no tengo ni la menor idea... - dijo V frotándose la mejilla.
-       Ha dicho que siempre estás igual, ¿en vuestra casa siempre le estás quitando la comida o cosas así, o qué? - preguntó Julia.
-       No, si es él quien suele chincharme a mí, no entiendo a qué venía eso - explicó éste.
-       Pues no sé...
Jin empezó a curar a todos los que habían recibido golpes de los gemelos, uno a uno, llegó a Suga, y le bajó la hinchazón que se le había hecho del golpe que había recibido. Jungkook abrazó a Mayra para que se tranquilizara. En cuanto se relajó un poco, miró a Suga.
-       ¿Cómo te encuentras? - le preguntó ella.
-       Bien… Gracias a Jin - respondió Suga.
Después Jungkook y Mayra fueron a dar una vuelta para calmar los nervios. Él aprovechó para decirle si quería que cenasen los dos solos al día siguiente, sin que nadie les molestase. Ella aceptó gustosa.
***
Perseguí a Kim Tae para hablar con él. Cuando estuve lo bastante cerca para que me escuchase le llamé.
-       ¡Oye! ¿Qué te ha pasado con tu hermano? ¿A qué cojones ha venido todo esto?
-       Es que… ¡Joder, parece que nunca le valgo a nadie!  Mientras estoy yo solo, bien, pero en cuanto llega mi hermano la gente se olvida de mí y sólo importa él. Nunca le valgo yo solo a nadie.
-       ¿Por qué dices eso? Tú siempre nos has valido, ¿qué problema hay?
-       Ya, pero ha llegado él y ya no valgo nada.
-       Tú eres mi amigo y él no. Sutil diferencia. Tú sí me vales, a él apenas le conozco.
-       Ya, ¿y Julia?
-       Julia ¿qué?
-       Parece que sólo se fija en mi hermano y pasa de mí.
-       Pero… ¿Tú le has dicho algo a Julia de que te gusta o algo? Es más, ¿te gusta Julia?
-       Pues creía que no pero... Parece ser que sí.
-       ¿Desde cuándo?
-       Desde que llegó mi hermano acaparando toda su atención.
-       Culo veo, culo quiero… - contesté reprochándoselo.
-       No, porque siempre estaba conmigo. Como ya la tenía, pues no me sentía celoso ni tenía prisas para declararme.Ha sido venir V y “robármela”. Me he dado cuenta que ya no está ahí para mí y de que sí me gusta.
-       Hace un tiempo sí que le gustabas a Julia, pero por tu parte nunca he visto nada más que una simple amistad.
-       Pues ahora no, ahora quiero algo más.
-       Eso no significa que de verdad la quieras, es sólo un capricho. Nunca le has dicho nada a Julia, no querías nada con ella, pero en cuanto has visto que le presta atención a otro, te jode. ¡Tío o te gusta y vas a por ella, o la dejas que vaya con quien quiera! No puedes controlar su corazón, así que, si ella siente algo por tu hermano no puedes obligarla a sentir algo por ti. No sois iguales...
-       Él es mejor - contestó enfurruñado.
-       No es eso lo que te estoy diciendo. No sois iguales. Siempre estáis diciendo que no lo sois, que cada uno tiene su personalidad. Por eso es normal que le guste uno y el otro no, el otro simplemente será amigo. Pero no porque uno sea mejor que el otro.
-       Siempre gusta V, y yo no. Nunca soy lo suficiente bueno para nadie.
-       Es que pareces un niño que tiene un juguete y pasa de él, y cuando se lo quitan quiere su juguete de nuevo. De verdad… Ya no te insisto más, porque eres un cabezón. Pero hazme el favor de pensarlo - le miré seria y me marché.
***
Aquella misma noche, en la habitación de los gemelos, reinaba el silencio. Cada uno se encontraba en su cama sin mirar al otro. V  no entendía nada y no paraba de pensar por qué su hermano había armado aquel numerito.
-       ¿Oye, a qué venía lo de antes? - se atrevió a preguntar V al cabo de un rato - Me dijiste que si no tenía bastante y que siempre te lo quito todo.
-       Nada, que Julia era mi compañera desde hace varios años, llegas tú y de repente pasa de mí... - respondió picado Kim Tae.
-       Ya, pero… Nunca me has dicho que te gustase Julia. Siempre me habías hablado de ella como tu compañera. Y por lo que Julia cuenta, lo mismo. Como amigos. Yo no tengo por qué intuir que te gusta… Además, por su parte parece que no quiere nada más contigo, y por la tuya tampoco lo parecía. ¡Tío, no soy adivino! De repente me vienes y me dices eso... No esperes que lo entienda sin más.
-       Lo siento, ha sido un ataque de celos...
-       ¿Entonces te gusta Julia? - preguntó V mirando fijamente a su hermano.
-       No lo sé. Me he puesto celoso, pero ya no sé si porque ha pasado de mí o porque realmente siento algo por ella.
-       Bueno, mientras te aclaras… Yo sí que lo tengo claro, así que… Pero realmente depende de ella. No podemos forzar sus sentimientos. Vamos, que si te eligiera a ti, y luego tú no quisieras nada de verdad con ella, nos fastidiarías a los tres. Así que, piénsatelo en serio. V no añadió nada más y se acabaron durmiendo dándose la espalda el uno al otro.



Al día siguiente, a última hora de la tarde, Roxane y Julia tenían pociones con Andrew, un profesor que le caía bien a todos. Lo explicaba todo genial y siempre lo entendías a la primera.
-       Kim Tae, ¿qué pasó ayer con tu hermano? - quiso saber Julia preocupada.
-       Nada, cosas de hermanos... - respondió él.
-       Él tampoco sabía por qué le pegaste...
-       Sí… No se acordaría en ese momento, pero a mí me han sentado mal varias cosas de las que ha hecho, que a lo mejor él no se ha dado cuenta o no se acordaba… - explicó Kim Tae.
-       Vale… Pues menos humitos que... Entre Kenichi y tú me vais a llenar todo de humo - bromeó Julia, haciéndole reír.
En ese momento, Roxane, que no estaba muy atenta a lo que estaba haciendo, terminó por derramar la poción que estaban haciendo y le cayó en la mano.
-       ¡Mierda! Que torpe soy - gritó ella conteniendo las lágrimas de rabia.
Sus compañeros se preocuparon al verla, Suga hizo un gesto de querer ayudarla, pero se quedó donde estaba.
-       ¿Qué haces? Ten cuidado - dijo Kenichi.
-       Roxane, ve a la enfermería rápidamente - le dijo el profesor preocupado.
Una vez allí la doctora le puso una crema para que le fuera cicatrizando, después le puso una venda y le dio unas pastillas para el dolor. Le dijo que volviese en una semana, porque era una poción muy fuerte y tardaría un poco más de lo normal en curarse. Roxane salió de la enfermería y se dirigió al comedor.
Sus amigos ya estaban en el comedor cuando llegó, se sentó al lado de J-hope (Jin estaba al lado de Suga, asique no se iba a poner junto a él para pedirle ayuda). Por suerte J-hope le ayudó en todo lo que le hizo falta.
Los únicos que no estaban eran Jungkook y Mayra, que fueron más tarde a cenar.
Cuando Mayra volvió a su cuarto, Julia y Roxane aún estaban despiertas. Ella se puso el pijama contenta, pues acababa de estar con Jungkook y habían tenido una cena agradable.
-       ¡Ah! Mayra - le llamó Julia -  Se me olvidó contártelo, no sabes lo que me pasó el otro día con Kenichi... - Roxane miró a Julia sabiendo las intenciones de ésta - Me caí de la escoba y Kenichi me cogió... ¡Más mono! Nunca le había visto así, y a parte, parece que le ha hecho gracia que yo le dijera que lo sentía y que le agradecía que me hubiera ayudado.
-       Os dije que no era mala persona… - Mayra se picó, aunque intentó disimularlo.
-       Sí, sí, me estoy dando cuenta ahora.
“¿Por qué me importa Kenichi? No debería importarme… Quien debe importarme es Jungkook… A penas conozco a Kenichi, pero… ¿Por qué pienso más en él que en Jungkook? A no ser… No… No puede ser” pensó Mayra mientras se dirigía al baño con ganas de llorar.
-       Qué descarada contándole eso - dijo Roxane mirando a Julia con una media sonrisa.
Ella se encogió de hombros y sonrió.
Mayra, después de un rato en el baño, salió triste, y se tumbó en su cama, pensando en la visión que había tenido de Kenichi y en lo que sentía por ambos chicos.
***
Estuve toda la noche sin pegar ojo, y justo cuando me tranquilicé y empezaba a dormirme un poco, sonó el despertador para ir a estudiar con Jungkook. No sé si tenía ganas de ir, pero no le iba a dejar plantado, así que, me puse mis vaqueros nuevos y la camiseta ajustada con las botas militares. Después bajé las escaleras, y para mi sorpresa, me encontré con Suga.
-       ¿Qué te pasa? - me preguntó mirándome fijamente a la cara.
-       No… Nada… - mentí, él me miró serio - No sé a quién contarle esto… ¿Puedo contártelo a ti?
-       Sí - afirmó él, nos dirigimos a una sala común. Le comenté lo que dijo Julia anoche y lo que estuve pensando toda la noche - Creo que deberías decírselo a Jungkook - me aconsejó - Piénsalo tranquilamente, pero creo que deberías hablarlo con él después. Con esos poderes… No es normal que estando con Jungkook pienses en Kenichi. Es más, no lo has hecho a posta, no creo que él se enfade. Explícaselo como me lo estás contando a mí. Que lo has estado pensando detenidamente y…
-       No sé cómo lo voy a hacer - no sabía si era una buena idea, me puse a llorar con tan solo imaginarme lo que podría pasar si se lo dijera.
-       Anda, venga, igual que me lo has dicho a mí, se lo puedes decir a él - intentaba animarme, pero sus palabras no lo conseguían, y sentí de repente, que me abrazaba para tranquilizarme. Me sorprendí, no le rechacé y me tranquilizó un poco, pero no lo suficiente.

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