El jueves por la noche, todos
seguían estando con los ánimos por los suelos, las chicas seguían sin hablarse,
y que Mayra se sentase entre Suga y Jungkook, lo complicaba aún más. Kim Tae
estaba enfadado con su hermano, porque V solía hablar más con Julia y parecía
que a ella le gustaba. Jimin, seguía enfadado con Julia y consigo mismo por lo
que sucedió con Roxane. Así que, a la hora de cenar, Julia se sentó al lado de
V, y enfrente de ellos, Kim Tae, y al lado de él, Jimin. Ambos observaban a
Julia y V, y ellos no se daban cuenta que los miraban.
Jin trajo una bandeja de carne
para repartirla entre todos. Fueron comiendo y Jimin, V y Kim Tae se quedaron
con más hambre que el resto, ya sólo quedaba un trozo de carne en la bandeja,
así que, los tres fueron a por el último trozo.
V fue más rápido y consiguió cogerlo antes que ellos. Julia al ver la
situación le hizo gracia y se rió.
-
Ya te vale, ¿no tienes bastante? Siempre me lo tienes
que quitar todo - se quejó Kim Tae a su hermano.
-
Sí, siempre igual… - dijo Jimin metiendo baza.
-
¿De qué hablas? Déjame en paz - contestó V.
-
Sabes perfectamente de lo que te hablo - contestó Kim
Tae cabreado.
Kim Tae siguió con la discusión.
Todos se quedaron mirando cómo se levantaba de su asiento y se acercaba a su
hermano. V intentaba pasar, pero llegó un momento que ya no pudo aguantar más y
se levantó. Kim Tae se descontroló y agarró a su hermano del cuello de la
camisa dispuesto a pelearse.
-
¿Qué hacéis? Parad, no os peleéis - se preocupó Julia.
Jimin siguió metiendo baza
cabreando más a Kim Tae, hasta que éste le pegó un puñetazo a V. Pero V no se
quedó quieto y le devolvió el golpe.
-
Ya está bien, chicos - dijo Suga levantándose y se
acercó a los hermanos, que no miraban a su alrededor, y terminaron golpeando a
Suga que se apartó de ellos.
Los demás también se levantaron e
intentaron separarlos, pero no lograron gran cosa. Los gemelos estaban bien
agarrados y era imposible conseguir que se soltasen. Roxane se hartó del
panorama y les cogió del pelo a los dos para que parasen, pero ni por esas.
Jungkook agarró a los gemelos y Mayra, que estaba detrás de él, tropezó e
instintivamente se sujetó a Jungkook, transmitiendo sus sentimientos a todos,
que se pusieron tristes inmediatamente y empezaron a llorar. Jimin se dio
cuenta que, de estar cabreado, acababa de cambiar su emoción a estar triste y
llorando, y comprendió inmediatamente que Mayra tenía los mismos poderes que
él.
Todos se tranquilizaron y los
gemelos dejaron de pelearse. Kim Tae se fue del comedor, y lo mismo hizo Jimin.
En cambio, V se quedó con Julia. Roxane al ver a Kim Tae irse le siguió
preocupada.
-
¿Te duele? - le preguntó Julia a V - ¿Qué es lo que ha
pasado? Es que no entiendo nada, ¿qué les pasa a tu hermano y a Jimin contigo?
¿Tú entiendes algo de lo que pasa?
-
La verdad es que no tengo ni la menor idea... - dijo V
frotándose la mejilla.
-
Ha dicho que siempre estás igual, ¿en vuestra casa
siempre le estás quitando la comida o cosas así, o qué? - preguntó Julia.
-
No, si es él quien suele chincharme a mí, no entiendo a
qué venía eso - explicó éste.
-
Pues no sé...
Jin empezó a curar a todos los que
habían recibido golpes de los gemelos, uno a uno, llegó a Suga, y le bajó la
hinchazón que se le había hecho del golpe que había recibido. Jungkook abrazó a
Mayra para que se tranquilizara. En cuanto se relajó un poco, miró a Suga.
-
¿Cómo te encuentras? - le preguntó ella.
-
Bien… Gracias a Jin - respondió Suga.
Después Jungkook y Mayra fueron a
dar una vuelta para calmar los nervios. Él aprovechó para decirle si quería que
cenasen los dos solos al día siguiente, sin que nadie les molestase. Ella
aceptó gustosa.
***
Perseguí
a Kim Tae para hablar con él. Cuando estuve lo bastante cerca para que me
escuchase le llamé.
-
¡Oye! ¿Qué te ha
pasado con tu hermano? ¿A qué cojones ha venido todo esto?
-
Es que… ¡Joder,
parece que nunca le valgo a nadie!
Mientras estoy yo solo, bien, pero en cuanto llega mi hermano la gente
se olvida de mí y sólo importa él. Nunca le valgo yo solo a nadie.
-
¿Por qué dices eso?
Tú siempre nos has valido, ¿qué problema hay?
-
Ya, pero ha llegado
él y ya no valgo nada.
-
Tú eres mi amigo y
él no. Sutil diferencia. Tú sí me vales, a él apenas le conozco.
-
Ya, ¿y Julia?
-
Julia ¿qué?
-
Parece que sólo se
fija en mi hermano y pasa de mí.
-
Pero… ¿Tú le has
dicho algo a Julia de que te gusta o algo? Es más, ¿te gusta Julia?
-
Pues creía que no
pero... Parece ser que sí.
-
¿Desde cuándo?
-
Desde que llegó mi
hermano acaparando toda su atención.
-
Culo veo, culo
quiero… - contesté reprochándoselo.
-
No, porque siempre
estaba conmigo. Como ya la tenía, pues no me sentía celoso ni tenía prisas para
declararme.Ha sido venir V y “robármela”. Me he dado cuenta que ya no está ahí
para mí y de que sí me gusta.
-
Hace un tiempo sí
que le gustabas a Julia, pero por tu parte nunca he visto nada más que una
simple amistad.
-
Pues ahora no, ahora
quiero algo más.
-
Eso no significa que
de verdad la quieras, es sólo un capricho. Nunca le has dicho nada a Julia, no
querías nada con ella, pero en cuanto has visto que le presta atención a otro,
te jode. ¡Tío o te gusta y vas a por ella, o la dejas que vaya con quien
quiera! No puedes controlar su corazón, así que, si ella siente algo por tu
hermano no puedes obligarla a sentir algo por ti. No sois iguales...
-
Él es mejor - contestó
enfurruñado.
-
No es eso lo que te
estoy diciendo. No sois iguales. Siempre estáis diciendo que no lo sois, que
cada uno tiene su personalidad. Por eso es normal que le guste uno y el otro
no, el otro simplemente será amigo. Pero no porque uno sea mejor que el otro.
-
Siempre gusta V, y
yo no. Nunca soy lo suficiente bueno para nadie.
-
Es que pareces un
niño que tiene un juguete y pasa de él, y cuando se lo quitan quiere su juguete
de nuevo. De verdad… Ya no te insisto más, porque eres un cabezón. Pero hazme
el favor de pensarlo - le miré seria y me marché.
***
Aquella misma noche, en la
habitación de los gemelos, reinaba el silencio. Cada uno se encontraba en su
cama sin mirar al otro. V no entendía
nada y no paraba de pensar por qué su hermano había armado aquel numerito.
-
¿Oye, a qué venía lo de antes? - se atrevió a preguntar
V al cabo de un rato - Me dijiste que si no tenía bastante y que siempre te lo
quito todo.
-
Nada, que Julia era mi compañera desde hace varios
años, llegas tú y de repente pasa de mí... - respondió picado Kim Tae.
-
Ya, pero… Nunca me has dicho que te gustase Julia.
Siempre me habías hablado de ella como tu compañera. Y por lo que Julia cuenta,
lo mismo. Como amigos. Yo no tengo por qué intuir que te gusta… Además, por su
parte parece que no quiere nada más contigo, y por la tuya tampoco lo parecía.
¡Tío, no soy adivino! De repente me vienes y me dices eso... No esperes que lo
entienda sin más.
-
Lo siento, ha sido un ataque de celos...
-
¿Entonces te gusta Julia? - preguntó V mirando fijamente
a su hermano.
-
No lo sé. Me he puesto celoso, pero ya no sé si porque
ha pasado de mí o porque realmente siento algo por ella.
-
Bueno, mientras te aclaras… Yo sí que lo tengo
claro, así que… Pero realmente depende de ella. No podemos forzar sus
sentimientos. Vamos, que si te eligiera a ti, y luego tú no quisieras nada de
verdad con ella, nos fastidiarías a los tres. Así que, piénsatelo en serio. V
no añadió nada más y se acabaron durmiendo dándose la espalda el uno al otro.
Al día siguiente, a última hora de
la tarde, Roxane y Julia tenían pociones con Andrew, un profesor que le caía
bien a todos. Lo explicaba todo genial y siempre lo entendías a la primera.
-
Kim Tae, ¿qué pasó ayer con tu hermano? - quiso saber
Julia preocupada.
-
Nada, cosas de hermanos... - respondió él.
-
Él tampoco sabía por qué le pegaste...
-
Sí… No se acordaría en ese momento, pero a mí me han
sentado mal varias cosas de las que ha hecho, que a lo mejor él no se ha dado
cuenta o no se acordaba… - explicó Kim Tae.
-
Vale… Pues menos humitos que... Entre Kenichi y tú me
vais a llenar todo de humo - bromeó Julia, haciéndole reír.
En ese momento, Roxane, que no
estaba muy atenta a lo que estaba haciendo, terminó por derramar la poción que
estaban haciendo y le cayó en la mano.
-
¡Mierda! Que torpe soy - gritó ella conteniendo las
lágrimas de rabia.
Sus compañeros se preocuparon al
verla, Suga hizo un gesto de querer ayudarla, pero se quedó donde estaba.
-
¿Qué haces? Ten cuidado - dijo Kenichi.
-
Roxane, ve a la enfermería rápidamente - le dijo el
profesor preocupado.
Una vez allí la doctora le puso
una crema para que le fuera cicatrizando, después le puso una venda y le dio unas
pastillas para el dolor. Le dijo que volviese en una semana, porque era una
poción muy fuerte y tardaría un poco más de lo normal en curarse. Roxane salió
de la enfermería y se dirigió al comedor.
Sus amigos ya estaban en el
comedor cuando llegó, se sentó al lado de J-hope (Jin estaba al lado de Suga,
asique no se iba a poner junto a él para pedirle ayuda). Por suerte J-hope le
ayudó en todo lo que le hizo falta.
Los únicos que no estaban eran
Jungkook y Mayra, que fueron más tarde a cenar.
Cuando Mayra volvió a su cuarto,
Julia y Roxane aún estaban despiertas. Ella se puso el pijama contenta, pues
acababa de estar con Jungkook y habían tenido una cena agradable.
-
¡Ah! Mayra - le llamó Julia - Se me olvidó contártelo, no sabes lo que me
pasó el otro día con Kenichi... - Roxane miró a Julia sabiendo las intenciones
de ésta - Me caí de la escoba y Kenichi me cogió... ¡Más mono! Nunca le había
visto así, y a parte, parece que le ha hecho gracia que yo le dijera que lo
sentía y que le agradecía que me hubiera ayudado.
-
Os dije que no era mala persona… - Mayra se picó,
aunque intentó disimularlo.
-
Sí, sí, me estoy dando cuenta ahora.
“¿Por qué me importa Kenichi? No
debería importarme… Quien debe importarme es Jungkook… A penas conozco a
Kenichi, pero… ¿Por qué pienso más en él que en Jungkook? A no ser… No… No
puede ser” pensó Mayra mientras se dirigía al baño con ganas de llorar.
-
Qué descarada contándole eso - dijo Roxane mirando a
Julia con una media sonrisa.
Ella se encogió de hombros y
sonrió.
Mayra, después de un rato en el
baño, salió triste, y se tumbó en su cama, pensando en la visión que había
tenido de Kenichi y en lo que sentía por ambos chicos.
***
Estuve toda la noche sin pegar ojo, y justo cuando me
tranquilicé y empezaba a dormirme un poco, sonó el despertador para ir a
estudiar con Jungkook. No sé si tenía ganas de ir, pero no le iba a dejar
plantado, así que, me puse mis vaqueros nuevos y la camiseta ajustada con las
botas militares. Después bajé las escaleras, y para mi sorpresa, me encontré
con Suga.
-
¿Qué te pasa? - me
preguntó mirándome fijamente a la cara.
-
No… Nada… - mentí,
él me miró serio - No sé a quién contarle esto… ¿Puedo contártelo a ti?
-
Sí - afirmó él, nos
dirigimos a una sala común. Le comenté lo que dijo Julia anoche y lo que estuve
pensando toda la noche - Creo que deberías decírselo a Jungkook - me aconsejó -
Piénsalo tranquilamente, pero creo que deberías hablarlo con él después. Con
esos poderes… No es normal que estando con Jungkook pienses en Kenichi. Es más,
no lo has hecho a posta, no creo que él se enfade. Explícaselo como me lo estás
contando a mí. Que lo has estado pensando detenidamente y…
-
No sé cómo lo voy a
hacer - no sabía si era una buena idea, me puse a llorar con tan solo
imaginarme lo que podría pasar si se lo dijera.
-
Anda, venga, igual
que me lo has dicho a mí, se lo puedes decir a él - intentaba animarme, pero
sus palabras no lo conseguían, y sentí de repente, que me abrazaba para
tranquilizarme. Me sorprendí, no le rechacé y me tranquilizó un poco, pero no
lo suficiente.
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