viernes, 6 de noviembre de 2015

[Academia Willow lake] Cap. 9



Kenichi volvió a la habitación, allí vio que Suga estaba mirando fotos en su móvil, cerró la puerta del dormitorio y cuando volvió a mirar a Suga, observó que éste tenía una foto de Mayra con unos vaqueros grises ajustados, camiseta negra ajustada y unas botas militares de color negro. Kenichi se quedó embobado mirando.
-       ¿Qué, te gusta? - le preguntó Suga con una sonrisa pícara.
-       No… - Kenichi volvió a la realidad, se puso el pijama y se tumbó en la cama escuchando música desde su móvil con los cascos.
Suga le imitó y pronto se quedó dormido. Cuando Kenichi estuvo seguro de que Suga dormía, se acercó a éste, le cogió el móvil y se envió la fotografía. Dejó el móvil donde estaba y se tumbó en su cama de nuevo, escuchando música y mirando la fotografía de vez en cuando.
***
“No es tan borde como dicen… Parece simpático… Eh… ¿Pero qué pienso? No pienses en él, piensa en Jungkook” se dijo a sí misma Mayra, mientras abría las puertas del comedor.
Roxane se dio cuenta de que Mayra entraba al comedor, y para colmo, entraba contenta y parecía que flotaba en una nube. “Qué cabrona” pensó ella.Mayra se acercó a la mesa, Jungkook le había guardado el asiento. Mayra se fijó que las chicas se habían sentado más alejadas de donde ella estaba, pero no le dio importancia.
-       ¿Qué ha pasado con Suga? ¿Por qué tú estás feliz si él se ha hecho daño? - comentó Julia mordazmente.
-       No, nada, él está bien ya - respondió Mayra inocentemente - No sabía que Kenichi... fuera su compañero de habitación.
“Encima ha estado en su habitación, con Suga y Kenichi” pensó Roxane cabreándose más. No habló a Mayra en toda la noche, Julia dijo algún comentario más, hasta que decidió pasar de ella también. Mayra no se enteró de que estaban enfadadas con ella.
-       ¿Qué le ha pasado a Suga? - se interesó Jungkook.
-       Nada, que se asustó y se tropezó. Se ha hecho daño y he tenido que ayudarle - explicó Mayra, mintiendo a Jungkook en ese momento porque Suga no quería decirles la verdad a las chicas.
-       Luego quiero hablarte a solas de algo - le susurró al oído.
-       De acuerdo… - dijo Mayra, sintiéndose mal.
Todos los chicos se dieron cuenta que algo les pasaba a Julia y Roxane, estaban actuando raro con Mayra.
Cuando Mayra terminó de cenar, Jungkook y ella se fueron del comedor despidiéndose de todos. En cuanto salieron, los chicos quisieron saber qué les ocurría a las chicas.
-       ¿Os habéis enfadado con Mayra? - quiso saber Nam Joon, dirigiendo la mirada hacia Julia y Roxane.
-       No - contestó Roxane.
-       Pues no habéis hablado con ella en toda la cena.
-       ¿Es que no puedo hablar con vosotros o qué? - respondió ella molesta.
-       Sí, pero… - insistió Nam Joon.
-       Me apetece hablar con vosotros un rato.
-       Claro, nosotras compartimos cuarto, hablamos con ella por las noches - añadió Julia.
-       Julia, ¿qué os pasa con Mayra? - se preocupó Kim Tae.
-       Nada - mintió Julia.
-       Para no ser nada… Has soltado unos comentarios… - dijo Kim Tae.
-       No le has dirigido la palabra a Mayra, ni siquiera la has mirado - dijo J-hope a Roxane.
-       Lo vuelvo a repetir. ¿No puedo hablar con vosotros? - Roxane se estaba alterando.
-       Ya pero… - J-hope sabía que era por algo. Roxane se levantó y se fue. Julia dijo que se iba a dormir (ya se estaban poniendo pesados y estaba cansada).
Julia se puso música mientras permanecía tumbada en la cama. Roxane se había ido a una sala común a leer un libro porque no quería encontrarse con Mayra hasta que tuviera suficiente sueño como para dormirse en cuanto se tumbara en la cama. Al cabo de unas horas empezó a notar el cansancio, y con pesadez se dirigió al cuarto para dormir.
***
Al salir del comedor, nos dirigimos al patio para estar solos. Jungkook me agarró de la mano dulcemente.
-       ¿Qué le ha pasado realmente a Suga? - me preguntó.
-       Pues me lo encontré desmayado… No puedo decirte mucho… Él no quiere que ellas sepan la verdad… - le expliqué - Cuando se despertó, le ayudé a ir a la habitación. Lo bueno es que a mitad de camino, Kenichi…
-       ¿Está bien?
-       Sí, está mejor, descansando en la cama. No quería ir a la enfermería… Pero bueno, es su decisión.
-       ¿Y tú cómo estás?
-       ¿Eh? Bien… Algo cansada, pero bien - no pude evitar sonreír, Jungkook me agarró la otra mano con una sonrisa tierna - ¿Qué tal tu día?
Me contó que había estado estudiando, normal en él. Yo le conté por encima mi visita a la tienda de ropa, le expliqué cómo era la ropa que me había comprado, pero no le describí cómo era el vestido, la vería al día siguiente. Vimos que era ya tarde y Jungkook quería ir a su dormitorio a descansar, yo no tenía ganas todavía de irme a la cama, pero no me quedó más remedio que hacerlo. Jungkook se despidió rozando con su mano mi mejilla. Me quedé mirándole mientras se alejaba y subía las escaleras, y entonces me dirigí a mi cuarto. Allí ni me fijé quien había, me puse el pijama y me tumbé en la cama, y no tardé casi nada en dormirme.

Llegó el domingo, el día de mi cita con Jungkook, y estaba nerviosa. No es que fuera la primera vez que iba a estar a solas con él, pero sí que lo sería desde que éramos novios. Por los nervios, me desperté pronto, me levanté apresurada y me vestí. Roxane estaba durmiendo,  y no quise despertarla. Julia también dormía, pero de todos modos, ella no sabía el peinado que Roxane me quería hacer, así que decidí ir con el pelo suelto.
Al bajar las escaleras me encontré con Jungkook. Llevaba una camisa a cuadros rojos y negros y debajo una camiseta blanca, con unos vaqueros ajustados, me gustaba su conjunto. Él se dio cuenta que mientras bajaba yo le miraba, y se sonrojó.
-       Qué guapa vas - me alagó Jungkook.
-       ¿De verdad? Gracias - me alegré que le gustara - Tú también vas bien.
-       ¿Bien? - parecía un poco desilusionado. “No me he explicado bien…” pensé.
-       Sí… Bueno… Es que me da vergüenza decir.... - expliqué sonrojada.
-       ¿Qué, voy guapo? - preguntó él con una sonrisa radiante.
-       Sí, eso.
Jungkook me cogió de la mano y nos dirigimos al lago con las mochilas llenas con los materiales necesarios para dibujar.
-       ¿Qué es lo que pasó ayer? - me preguntó de repente Jungkook mientras caminábamos - ¿Te has peleado o algo con Julia y Roxane?
-       No… ¿Por qué lo preguntas? - no entendí a qué se refería.
-       Ayer no parecían las mismas contigo - me explicó - Sobre todo por los comentarios que soltó Julia, y Roxane no te habló en toda la cena, ni siquiera te miró.
-       Pues… No sé… A no ser que fuera por lo de Suga… - miré a Jungkook y observé su expresión. No podía ocultárselo, así que, decidí contarle lo que había pasado realmente - Sabes que ayer me encontré a Suga desmayado.
-       Sí.
-       En realidad, estaba en la habitación - Jungkook me miró sin comprender - A ver… Ayer, cuando volvimos de las compras, yo me quedé en el servicio, y Julia y Roxane se fueron al comedor. Cuando salí del servicio me encontré con Suga en el suelo, desmayado, le toqué para despertarle y tuve una visión de él… Al parecer puede volverse invisible, y estuvo persiguiéndonos en las tiendas porque está enamorado de Roxane. Lo que no entiendo es por qué no está con ella… Tendré que preguntárselo… La cuestión es, que le ayudé porque no podía moverse, como me pasa a mi cuando tengo una visión, que me deja muy agotada. Él estaba igual, por eso le ayudé a bajar las escaleras de las habitaciones de las chicas apoyándose en mí, y fue justo cuando nos encontramos con ellas… Suga les contó una mentira porque no quiere que Roxane sepa la verdad… Pero…
-       Lo mismo al ser mi novia, y verte con Suga, han pensado que tienes una aventura con él, y por eso se han enfadado, pensando que me estas poniendo los cuernos.
-       ¡NO! - grité sin darme cuenta - ¡Yo no quiero nada con Suga! ¿Cómo podrían pensar eso? - “Si me dijeran de Kenichi… ¡No! ¡Qué digo! Jungkook es el único, sólo él” pensé en ese momento.
-       No sé… Podría ser.
-       ¡Yo te quiero a ti! Él no tiene nada en especial… ¡Tú sí! - miré a Jungkook algo molesta ante la idea de que pudieran pensar eso de mí, pero me relajé rápidamente cuando observé que estaba más rojo que un tomate. Le solté la mano para agarrarle del brazo - Lo bueno, - seguí con la explicación - que luego nos encontramos a Kenichi y me ayudó a subir a Suga al cuarto… No es tan borde como dice Roxane… Luego me acompañó por si estaba el ama de llaves… ¿Tú qué piensas?
-       No sé… Pero no me gusta mucho ese chico.
Cuando llegamos al lago, nos dirigimos a una zona tranquila donde podíamos dibujar bien el paisaje. Nos sentamos uno al lado del otro, y antes de que sacara mis cosas de dibujo de la mochila vino una brisa fresca. Cerré los ojos para disfrutarla, pero me entró un poco de frío, y noté en ese momento que alguien me abrazaba. Abrí los ojos rápidamente, Jungkook acababa de abrazarme. Nadie más que mi madre me había abrazado antes, mi padre no era de abrazos… Me gustó la sensación, y me acomode en él. Jungkook cambió de postura y pasó su pierna al otro lado de mi cuerpo y me dejó en medio de él, abrazándome por mi espalda, y yo agarré sus brazos con mis manos.
-       Jungkook… - le llamé tímidamente - ¿Nunca has tenido novia antes?
-       No… - me respondió, notaba su respiración en mi cuello, y su corazón palpitante en mi espalda.
-       ¿Sabes? Eres un chico encantador, no entiendo como nadie ha intentado ser tu novia antes - noté que su corazón se aceleró por un instantes.
-       Tú sí que eres encantadora -  Jungkook me acercó más a él, apretando su abrazo por un momento. No quería irme de su lado…
***
Julia al despertarse y ver que Roxane estaba durmiendo, decidió ir a desayunar. Se arregló y bajó con los chicos. Se fijó que Suga no estaba con los demás. Después empezaron a jugar a las cartas y ahí apareció Roxane, para desayunar. Ésta, al ver que Suga no estaba a pesar de la hora empezó a preocuparse un poco, pero no quiso centrarse en ese pensamiento, y decidió olvidarse de él por un día.
Así pasaron prácticamente todo el día. A la hora de cenar Jin se fue más pronto de lo habitual.
-       Bueno me despido que voy a subirle algo de comida a Suga, luego os veo - les dijo.
“Joder, ¿qué le pasa a Suga? No ha salido en todo el día” pensó Roxane.
Jin se fue y los demás se sentaron de nuevo en la mesa donde siempre comían y empezaron a cenar. Mientras los chicos bromeaban, las chicas se pusieron a hablar.
-       Joder, esto no es normal… - masculló Julia.
-       Vale que a lo mejor se ha tropezado con una jarra… Pero que no salga ni para comer… - dijo Roxane.

Al día siguiente, las chicas se arreglaron, Mayra salió antes de la habitación para encontrarse con Jungkook y desayunar con él. Julia y Roxane bajaron más tarde para no pasar mucho rato con ella. Vieron que Suga seguía sin aparecer. Cuando terminaron, todos fueron a sus clases.
Ese día tendrían la primera clase de vuelo del año, pero Roxane le tenía pánico a las alturas, así que, pensó en hacer novillos e ir a ver dónde se encontraba Suga. “No es normal que se pierda su asignatura favorita…” pensó preocupada.
-       ¿Sabéis dónde está Suga chicos? - preguntó ella.
-       Sigue en el cuarto - respondió Kenichi.
-       Vale, no pienso volar, así que hasta luego - se despidió Roxane mientras se iba.
***
Vi a Roxane marchándose, sabía que tenía vértigo y no pensaba asistir a clase de vuelo, pero yo… Me apetecía probar, quería volar en una escoba como en las películas. Parecía divertido, pero debía ser complicado. Por suerte allí tenía un profesor para enseñarme y un buen compañero, aunque… A veces me hiera en vez de ayudarme (claro que yo tengo mi parte de culpa la mayoría de las veces).
Agarré el palo de la escoba, me monté, di una patadita en el suelo y siguiendo los pasos que decía el profesor comencé a ascender. En poco tiempo ya estaba volando pero no sé cómo, la escoba comenzó a tomar velocidad, más de la que yo podía controlar y acabé escurriéndome del palo de la escoba y cayendo. “¡Mierda, me voy a matar!”
-       ¡Socorro! - grité con la esperanza de que alguien me oyera y me cogiera.
-       ¡Julia, cuidado! - dijo Kim Tae al verme.
Caí encima de alguien, no sabía quién era y cuando miré a su cara, aún asustada por la caída, vi que era Kenichi. Qué miedo me dio. “Él no” pensé.
-       ¿Kenichi? ¡Me has cogido, muchas gracias!
-       Gracias no… Me has caído encima… - dijo éste frunciendo el ceño.
-       Ah, vaya, lo siento, y gracias - dije yo algo ruborizada y aliviada.
-       ¿Otra vez Julia? - se burló Kim Tae acercándose hasta nosotros.
-       Kim Tae, siempre llegas tarde. Dices que me vas a salvar y luego nunca estás.
Kim Tae puso cara de enfado. “Eso le pasa por bromear y chincharme siempre” pensé.
***
Me dirigí a la habitación de Suga y abrí la puerta sin llamar. Él estaba tumbado en la cama con unos pantalones de pijama cortos y sin camiseta.
-       ¿¡Roxane, qué haces aquí!? - exclamó Suga sorprendido de verla.
-       Nada, que como llevas dos días sin aparecer estaba preocupada, sobre todo porque te estás perdiendo la clase de vuelo.
-       Ya… Y tú has aprovechado para no tener que subirte a la escoba - dijo éste intentando picarla.
-       Bueno, también, pero… Una cosa no quita a la otra. Que para que tú te pierdas la clase de vuelo ya tiene que haberte pasado algo grave.
-       No… Es que estoy mareado… Tengo fiebre desde hace unos días… Parece que me he resfriado, pensaba que se me iba a pasar en un día, pero sigo igual. Que malito estoy - añadió Suga mientras tosía, claramente fingiendo.
-       Ya, ya, malo...
-       Que calor ¿no?
-       Será por la fiebre… - Fui al aseo y cogí una toalla pequeña y la mojé con agua fría. luego volví a la cama y se la pasé por la frente para ver si se quejaba. “Sigo sin creerme lo de la fiebre…”
Me acerqué un poco a Suga sin dejar de mirarle a la cara por si hacía el más mínimo gesto que le delatara. Luego le pasé el paño por el cuello. Su mirada se volvió intensa. Podía ver lo que estaba pensando, a mí también me volaba la imaginación… Bajé la toalla por su pecho, hasta el ombligo y él me agarró el brazo para que parara. Y de repente me besó. Al principio me quedé bloqueada, no podía creer lo que estaba pasando, pero luego le respondí al beso. Nos dejamos llevar por el momento, y todo fueron caricias y besos apasionados, pero él de repente paró en seco y se alejó de mí.
-       Vamos a dejarlo aquí. No me encuentro bien. ¿Puedes irte por favor? Necesito estar sólo un tiempo - dijo Suga serio.
Yo salí de su cuarto dolida por el rechazo. No quería llorar pero las lágrimas me caían por las mejillas.
Me encontré con Jimin en el pasillo, yo me froté los ojos con las manos para que no me viera llorar, pero era demasiado tarde. Me había visto y no pude evitar derramar más lágrimas.
-       ¡Roxane! ¿Qué te pasa?
-       Es… Suga…
-       Ven vamos al aseo a limpiarte esas lágrimas y me cuentas qué ha pasado.

Ambos fuimos al baño, abrí el agua y me lavé la cara. Agaché la cabeza, tenía ganas de llorar más. Sin previo aviso, Jimin me abrazó.

-       Vamos, tranquilízate, ¿qué ha pasado? - yo le conté que me había dado calabazas y me había echado del cuarto después de liarnos.
-       Si ha hecho eso es porque no te merece. No sabe lo que se pierde - dijo él mirándome fijamente a los ojos y poniendo su mano en mi cabeza, acariciándola. Seguidamente, la puso en mi mejilla, limpiándome una lágrima que me caía por ella. Y en ese instante nos besamos. Al principio fue un beso dulce, lento, pero luego se volvió apasionado y... Me dejé llevar. Comenzamos a quitarnos la ropa, realmente necesitaba ésto.

Él pasó a besarme y morderme el cuello mientras su mano acariciaba mi pierna y la iba subiendo poco a poco por el muslo. Luego sus labios fueron desplazándose hacia abajo hasta besarme el cuerpo. Seguimos y… Sin acordarme siquiera de Suga en ese momento, ni de que todavía seguía siendo virgen, me dejé llevar por la pasión del momento y terminé haciéndolo con Jimin. Al acabar, inmediatamente comencé a llorar. Jimin pareció entenderme y me dio un beso en la frente.

-       Olvídate de él. ¿Quieres hablar?
-       No, por favor. Necesito estar sola un rato.
-       Está bien, si necesitas llorar, llora, pero mañana quiero verte nueva. Y si te ha gustado lo de hoy, podemos repetir. Si con eso te olvidas de él un rato y disfrutas, por mí encantado. De verdad que… No sabe lo que se pierde Suga.

Jimin se marchó, y yo me senté en el suelo y apoyé la cabeza en mis rodillas. Me puse a llorar porque había perdido la virginidad con él y no con Suga. Tenía demasiadas cosas acumuladas, sólo podía llorar.

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