Una vez terminé de guardar las cosas no sabía qué hacer.
Pensé un rato en las posibilidades, y finalmente decidí dar una vuelta por el
colegio y ver las aulas y salones. Miré el mapa y me dirigí hacia allí.
Mientras caminaba se me acercó un chico.
-
Hey, tú vas a
nuestra clase ¿verdad?
-
Sí - dije mirando al
suelo tímidamente.
Levanté la mirada y me di cuenta que quien le acompañaba
era el chico de esta mañana. Nuestras miradas se encontraron, él también me
reconoció, me entró vergüenza al recordar el contacto de su mano y aparté la
mirada. Miré al otro chico, pero tampoco pude sostenerle la mirada y me quedé
quieta para dejarles pasar.
-
Estamos dando una
vuelta para conocer la escuela, ¿quieres venir con nosotros? - siguió él.
“¿Me pide que me una a ellos?” pensé. Que un chico
quisiera que fuera con ellos me resultó extraño y desconfié un poco, pero a la
vez, me agradó que alguien quisiera estar conmigo.
-
Vale – y me uní a
ellos en silencio, alegre por dentro pero sin mostrarlo. Me puse junto al chico
al que aún no había hablado, pero al recordar de nuevo que nos habíamos cogido
de la mano me alejé un poco más.
-
¿Cómo te llamas? -
me preguntó el mismo chico que había hablado antes.
-
Mayra.
-
Yo soy Jimin, y él
es Jungkook - lo presentó. Así que se llamaba Jungkook, pensé.- ¿Tus padres son
magos?
-
No - respondí
-
Ah vaya, ¿entonces
qué hiciste para que te trajeran a este colegio?
-
Nada en especial. Un
profesor se dio cuenta de que tenía magia, y la directora vino al poco tiempo a
casa a hablar con mis padres - Jimin guardó silencio un momento. - ¿Y tú?
-
Pues, nada llamativo
– dijo encogiéndose de hombros.
Seguimos hablando un rato, aunque más bien, Jimin me
preguntaba cosas. Parecían agradables.
***
A la hora de comer, todos los alumnos fueron
al comedor. Allí se dirigieron Mayra, Jimin y Jungkook. Jimin escogió mesa, los
dos chicos se sentaron juntos y Mayra se sentó enfrente para no tener que
tocarlos.
Roxane y los demás
entraron al comedor. Julia vio a Mayra y le dijo a Roxane que era su nueva
compañera de cuarto.
-
¡Está con los chicos de antes! - exclamó Julia
ruborizada.
-
¡Qué vergüenza! - dijo Roxane.
-
¡Vamos a saludarlos! - J-hope se acercó a su mesa
seguido de los demás. - ¡Hola! - dijo abrazando a Mayra sin previo aviso. Ésta
puso un gesto de no querer que la tocaran, con miedo a que pudiera pasar algo,
pero lo único que sintió en ese momento, aparte de sus nervios, fue la alegría
que J-hope le transmitió. Jimin los observó y se dio cuenta de la incomodidad
de Mayra. Luego miró a los demás y vio a las chicas reconociéndolas, y Julia y
él volvieron a sonreírse como anteriormente. J-hope se sentó junto a Mayra.
-
Hola, Mayra - saludó Julia - Ella es nuestra compañera
Roxane, la de los trastos de tu cama, y ellos son J-hope y V.
-
Yo Jimin, y éste Jungkook - dijo presentando también a
su amigo. - Por cierto, ¿tú también vas a nuestra clase verdad? - Siguió
dirigiéndose a V.
-
Sí - respondió éste.
-
¿Has visitado toda la escuela? - preguntó J-hope a
Mayra. Todos se sentaron a su alrededor.
-
No - respondió ella.
-
¿Sabes que tenemos una biblioteca con muchos libros? -
J-hope empezó a describir todos los sitios que tenía el colegio. Hablaba sin
parar mientras comía.
A Mayra le resultaba
más fácil mirar a J-hope a la cara. Los sentimientos que éste le había
transmitido antes hacían que no sintiese la necesidad de apartar la mirada.
Jimin la miró extrañado, porque con todos solía apartar la mirada y se
preguntaba por qué con él no. Mayra se sentía como si lo conociera de casi toda
la vida. Y sus palabras eran más fluidas con él que cuando habló con Jimin
anteriormente.
-
También tenemos un aula de arte – dijo.
-
¿Ah sí? - preguntó ella. Jimin y Jungkook miraron
también con interés.
-
Sí. Si quieres luego te llevo a verla – se ofreció
J-hope.
-
Vale – Mayra parecía ilusionada con aquello.
-
Nosotros también vamos – dijo Jimin agarrando a
Jungkook
Cuando terminaron
de comer, se dirigieron los cuatro al aula de arte. Julia y Roxane, prefirieron
esperar a Suga y a Kim Tae, y V se quedó con ellas.
***
No sabía que en la
escuela de magia habría un aula de arte. Me parecía tan emocionante... Quería
dar clase allí, quizás no solo era arte a mano, sino también mágico. A saber
qué podría aprender allí.
J-hope nos llevó hasta el aula, allí abrió la puerta y
nada más entrar, Jungkook se fue a mirar todo, J-hope fue detrás de él,
dejándome a solas con Jimin.
-
Así que, te gusta el
dibujo - me dijo Jimin.
-
Sí - afirmé, vi que
se acercó a mí - ¿Y a ti también?
-
Sí.
-
¿Qué estilo dibujas?
- me interesé. Al mirarle vi algo raro en él, pero no sabía qué.
-
Suelo dibujar comic
americano - me dijo.
-
Mola.
-
Te enseñaría algún
dibujo, pero los tengo todos en el cuarto, si quieres luego vienes y te los
enseño - dijo con una sonrisa extraña.
-
Ya me los enseñarás
en clase.
-
Vale, como prefieras
- contestó él.
Me estaba sintiendo un poco incómoda al estar los dos
solos, así que, me acerqué donde estaban J-hope y Jungkook, que estaba
explicándole a J-hope para qué se usaban algunos materiales que allí había. Me
interesó bastante, Jungkook sabía muchas cosas que yo desconocía.
***
Mayra volvió a su
habitación después de cenar, Roxane y Julia ya estaban allí. Roxane estaba recogiendo
todas sus cosas de la cama de Mayra y en cuanto terminó se fueron a dormir.
Al día siguiente
las chicas se despertaron y se pusieron los uniformes. Julia se puso el suyo
con un top rojo de escote corazón debajo de la camisa de manga corta que ella
llevaba abierta, y el lazo que debería de llevar al cuello, lo llevaba atado a
la muñeca. Roxane le había hecho un pequeño arreglo al chaleco, para que fuese
justo por debajo del pecho, y llevaba la camisa abierta hasta el escote y el
lazo fino se lo puso de diadema. Mayra se sentía bastante incómoda con el
uniforme, le quedaba muy ajustado y no le gustaba llevar falda. Desayunaron y
Roxane y Julia la acompañaron hasta el pasillo donde estaban las clases,
mientras le comentaban que podía ponerse unas mallas debajo de la falda, si así
se sentía más cómoda, pero Mayra sólo tenía pantalones anchos, y Roxane sugirió
ir de compras algún día. Mayra asintió con la cabeza y luego dijo que por el
momento no tenía dinero para ir a comprar pero que le avisaría cuando pudiera.
Ésta le contestó que no pasaba nada, podía prestarle algo de dinero, pues sus
padres siempre le mandaban bastante más del que necesitaba dentro del colegio.
Mayra sonrió avergonzada y le dio las gracias, ella añadió que en ese caso se lo
devolvería en cuanto pudiera. Pararon en la puerta de su clase y le dijeron
donde estaba la suya. Mayra caminó en la dirección que le indicaron.
-
¡Mayra! - gritó J-hope al verla por el pasillo.
Mayra giró la
cabeza sin parar de andar, para ver quién la llamaba y se chocó con alguien. Se
puso nerviosa y sintió miedo.
-
¡Mira por dónde andas! - dijo el chico enfadado.
-
Lo siento - dijo ella avergonzada y más roja que un
tomate. Puso sus manos en el pecho del chico para alejarse de él, y pudo ver
que llevaba un tatuaje en su pecho, pero no pudo distinguir bien qué era, y
luego le miró a la cara.
-
No pasa nada, lleva más cuidado la próxima vez -
contestó más calmado.
‘Qué guapo es...’ pensó ella apartando su
mirada.
J-hope apareció de
repente y la abrazó, ella se protegió el pecho avergonzada. De nuevo la había
abrazado, pero esta vez le había molestado.
-
Lleva más cuidado, Mayra - le dijo J-hope mirando al
otro chico, mientras se alejaba de ellos sin añadir nada más. - Oye, qué bien
te queda el uniforme.
-
J-hope… - dijo ella - Te importaría no abrazarme… Me
siento incómoda.
-
¡Ah! Claro, lo siento - dijo él sonriendo amablemente.
-
Gracias. Oye, tengo que entrar a clase…
-
Vale, pues después podemos ir a comer juntos. Díselo a
Jungkook y a Jimin. ¡Ah, y a V también!
-
Sí…
Mayra entró en
clase, y dudosa, miró la puerta por si le seguía J-hope. Efectivamente, ahí
estaba.
-
¡Chicos, venid luego a comer con nosotros, os estaremos
esperando! - dijo con una gran sonrisa. E inmediatamente se fue, dejándolos
perplejos.
***
Julia y yo
entramos en clase y saludamos a los demás. En ese momento entró nuestra tutora
y comenzó a nombrar los compañeros de este año.
-
Roxane con Kenichi -
dijo la tutora.
Solté un
quejido, Kenichi no era un chico fácil de soportar. Recogí mi mochila y me senté
junto a él, que siempre se sentaba al fondo de la clase, junto a la ventana.
-
Julia y Kim Tae -
siguió la profesora.
-
¡Anda mira, qué
casualidad, otra vez juntos! - dijo Julia alegre.
Miré a
Julia con desesperación pidiéndole que se sentara cerca. Julia avisó a Kim Tae
y se sentaron delante de nosotros.
-
Suga y Nam Joon -
siguió la profesora mientras ocupaban sus asientos - Jin y J-Hope.
Suga se
sentó junto a mí y Nam Joon le siguió. Jin y J-Hope se sentaron delante de
ellos, éste último junto a Julia. Las dos observamos cómo Kenichi fruncía cada
vez más el ceño conforme todos se sentaban a nuestro alrededor.
J-Hope nada más sentarse comenzó a hablar toda
la hora, hasta que se dio la vuelta, descaradamente, para hablar con Suga. La
profesora, desesperada, le tiró una tiza a la cabeza para que parase.
Cuando la
clase terminó, todos nos levantamos para descansar un rato hasta que llegase el
siguiente profesor. Yo salí al pasillo para ir al aseo. Kenichi me siguió sin
que me diese cuenta, me agarró del brazo
y me llevó hasta el rellano de la escalera para que no nos vieran.
-
Mira, yo siempre
trabajo solo. Tú te ocupas de tus cosas y yo de las mías. Si hay que hacer algo
entre los dos se reparte y cada uno hace lo suyo - dijo él muy serio.
-
No, los compañeros
están para hacer el trabajo juntos y aprender a lidiar con toda clase de gente
- le dije molesta.
-
¿Es una excusa para
hacerlo juntos porque no sabes, o qué?
-
No, pero si hay que
hacerlo así, es por algo, aunque no nos haga gracia - dije intentando contener
unas lágrimas de rabia - Kenichi me miró con desdén y sin decir nada se fue.
***
Una vez se fue J-hope, miré el aula, vi un hueco libre y
me senté ahí. Al poco tiempo apareció una mujer, que resultó ser nuestra
tutora. Nos explicó que estábamos en un curso intensivo para alcanzar
rápidamente el nivel de los demás chicos de nuestra edad. También nos dijo que
tendríamos un compañero con el que tendríamos que hacer trabajos y estudiar, y
que compartiríamos las notas. Me dio miedo, no era muy buena en los estudios,
seguro que le bajaría la nota a mi compañero.
-
Bueno, empecemos.
Mayra irá con Jungkook - dijo la profesora.
Me sorprendí, miré donde se encontraba él. Me fijé en su
uniforme por primera vez. Era del mismo color que el de las chicas, pantalón
gris marengo largo y una camisa blanca que él llevaba perfectamente abotonada
con una corbata roja, y el chaleco también era gris marengo. Mientras le
observaba, él se levantó y se sentó junto a mí ruborizado, mirando hacia el
frente, tratando de evitar el contacto visual conmigo.
-
Jimin y V - siguió
la profesora.
Jimin aprovechó y se sentó detrás de mí y V detrás de Jungkook. Jimin sonrió cuando le
miré. Ambos llevaban el mismo uniforme, pero con el pantalón corto, justo por
encima de las rodillas, con las camisas un poco abiertas y las corbatas con el
nudo aflojado.
La profesora siguió nombrando a los compañeros, y empezó
la clase. En cuanto terminó la hora, J-hope apareció para preguntarnos qué tal
nos había ido.
-
¿Os ha tocado de
compañeros? - preguntó al vernos a Jungkook y a mí juntos.
-
Sí… - respondimos
los dos a la vez, me dio mucha vergüenza y me encogí de hombros.
No tardó mucho en irse, ya que iba a empezar su clase.
Estuvimos dando clase hasta las tres y media de la tarde porque mi curso era
intensivo y no pudimos ir a comer con J-hope y los demás. Al terminar, V,
Jimin, Jungkook y yo nos fuimos a comer. Estuve todo el día al lado de Jungkook
tanto en el comedor como en el aula.
***
A la hora de comer, J-hope estuvo esperando a
que Mayra y los demás fuesen con ellos, Roxane tuvo que recordarle que tenían
horarios diferentes por ser un curso intensivo.
A la noche, las
chicas esperaban ansiosas a Mayra, para preguntarle cosas de Jungkook. En
cuanto apareció por la puerta, no pudieron esperar a que les contara y
empezaron a preguntarle por su día.
-
¿Qué tal, Mayra? ¿Quién te ha tocado de compañero?
-
Bueno… Me ha tocado con Jungkook - contestó con una
leve y tímida sonrisa.
-
¡¿Qué?! - se sorprendieron las dos.
-
¿A vosotras con quién? - se interesó Mayra.
-
Con Kim Tae - respondió Julia. - Pero… ¿En serio te ha
tocado con Jungkook? Qué suerte… - dijo Julia con una pizca de envidia.
-
A mí con un borde… - dijo Roxane con mala cara.
-
¡Ah! Me acabo de acordar que esta mañana me choqué con
un chico que me pareció muy guapo… - se sonrojó Mayra al recordarlo.
-
¿Cómo era? - preguntó Roxane.
-
Pues, alto, con ojos marrones, pelo oscuro, con media
melena, y… Bueno, tenía la camisa algo abierta y pude ver que tenía un tatuaje
en el pecho. No distinguí bien qué era, pero parecía un escudo.
-
¡Ese es mi
compañero, Kenichi! - saltó Roxane.
-
¿Y qué te dijo al chocarte con él? - quiso saber Julia
algo preocupada.
-
Pues parecía preocupado por mí, aunque al principio me
dijo que llevara más cuidado - explicó Mayra.
-
Qué raro… - dijeron ambas a la vez, mirándose
extrañadas.
-
Pues, hablando de Kenichi. ¿Tú te crees que me ha
seguido al pasillo, me ha llevado a parte y me ha dicho que no quería estudiar
conmigo? - dijo Roxane enojada.
-
Pues qué raro… - opinó Mayra.
-
Raro no, es un borde - le contestó Julia.
Tras un breve
silencio y sin darle más importancia a lo que le había sucedido con Kenichi,
empezaron a preguntar sobre Jungkook mientras Mayra se ponía el pijama y se
tumbaba en la cama. Se durmió inmediatamente, y Roxane y Julia siguieron
hablando hasta tarde.
A la mañana
siguiente mientras se preparaban para ir a clase Roxane vio el peluche de
Mayra, era un tigre pequeño.
-
¡Qué monada! - dijo Roxane abrazándolo.
-
Qué envidia, yo me he dejado los míos en mi casa - dijo
Julia.
-
Sí, lleva conmigo desde pequeña.
-
Yo también tengo a mi muñeca en la cama - Mayra se
sintió más cómoda al ver que no la veían como una niña pequeña.
Después de desayunar
fueron juntas hasta el ala del instituto, donde cada una se dirigió a su aula.
Antes de entrar, Roxane y Julia vieron a una chica abrazando a Kenichi y
luego hablando con él. Ninguna de las
dos sabía quién era, y se quedaron extrañadas de que alguien como él tuviera
novia.
-
¿Qué miráis? - dijo éste molesto cuando se acercó.
Ambas se encogieron de hombros y entraron al aula.
-
Uy, qué humos - dijo Julia.
-
¿Qué dices? - dijo Kim Tae mirándola extrañado.
-
Kenichi, que
menudos humitos trae - dijo Julia señalando hacia atrás. Todos comenzaron a
reír.
Sonó la campana, y
todos ocuparon sus respectivos sitios. Kim Tae solía sentarse de lado
inclinando la silla en equilibrio sobre dos patas apoyando su brazo en la mesa
de atrás, que en este caso era la de Kenichi.
Éste separó su silla de la mesa intentando no hacer ruido para que Kim
Tae no se diese cuenta, y pudo ver a Roxane con una leve sonrisa dibujada en su
rostro. Kenichi hizo la mesa hacia atrás bruscamente y Kim Tae se cayó al suelo
al perder su apoyo. Kenichi volvió a colocar la mesa en su sitio. Todos se
rieron al verlo en el suelo.
-
¿Ves Kim Tae? Si te sentases bien no te hubieses caído
- dijo Suga con tono burlón.
Kenichi no se
esperaba que reaccionasen de esa manera, creía que se pondrían en su contra.
Pensó que era un grupo raro y le hizo gracia.
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